Si bien el ministro de Salud, Jaime Mañalich, considera positivo "despenalizar" cualquier consumo de drogas, en especial la marihuana, tomando en cuenta que lo sugirió la Organización de Estados Americanos (OEA), desde La Moneda repondieron al secretario de Estado que "no deben generarse cambios legales", revelando una postura que comparten expertos en adicciones y psiquiatría.
En medio de la polémica actual, el jefe de la Unidad de Dependencia del Hospital Psiquiátrico de la Universidad de Chile, Julio Pallavicini, aseguró a La Tercera que "la despenalización, significaría legalizar en parte, una tercera droga de abuso que produce tanto daño como el cigarro y el alcohol".
El experto considera que "ahora estaríamos despejando las restricciones, luego podría generar un avance a que se venda la marihuana en farmacias o en lugares específicos, abriendo el mercado y los espacios a una nueva adicción".
Para Pallavicini "se trata de la legalización de un estupefaciente peligroso". "La cultura de nuestro país, no refleja un perfil de población basado en el autocontrol", agregó. "A esta realidad se suma que en Chile cerca del 80% no es capaz de entender lo que lee, eso significa que sólo un 20% tendría un criterio absolutamente formado", comentó el experto.
Desde un punto de salud pública, Pallavicini explicó que "la medida va a facilitar el consumo". "Si en nuestro país la mayoría de la población tuviera un nivel educacional alto, de perfil psicológico equilibrado y adulto, a lo mejor estas personas podrían usar estas sustancias esporádicamente como ocurre con la porción de vino bien administrada, pero esa no es la realidad país", considera el doctor.
CHILE TENDRÁ QUE "SALVAR LA SITUACIÓN EN 30 AÑOS"
Según el experto, "durante años acostumbraron a la población a consumir cigarro y lo mismo ocurrió con el alcohol, entonces despenalizar va a crear una nueva droga legal. Creo que deben mantenerse las restricciones hasta que exista un cambio cultural".
"En el cigarro estamos avanzando. Restringir los puntos de consumo y venta ha favorecido y la penalización del consumo de alcohol también, entonces eso refuerza la teoría de que Chile no es un país maduro ni desarrollado como los nórdicos donde pueden funcionar estas medidas abiertas", considera.
Para el médico especialista, "en 30 años más vamos a estar igual que con el cigarro hoy, tratando de salvar la situación y promoviendo medidas para disminuir los daños".
Pallavicini ejemplificó que "en todos los países donde se ha permitido el uso libre de droga, se producen verdaderas epidemias. El ejemplo de la morfina y la cocaína en Estados Unidos e Inglaterra es claro. Se produjo tal daño hace décadas que tuvieron que tomarse nuevas políticas públicas".
LOS ADICTOS NO TIENEN PROTECCIÓN
Según el ministro de salud Jaime Mañalich, "el foco debe estar puesto en la rehabilitación, ya que es más difícil llegar a una persona adicta si es que existe una penalización de por medio".
Pero la realidad país, según Pallavicini funciona de forma diametralmente opuesta: "Esto también tiene que ver con un costo económico. En Chile los drogadictos no tienen mecanismo de asistencia, la farmacología no cubre sus necesidades ni desde el AUGE, ni Fonasa ni a través de las Isapres", dijo.
"La excepción se puede ver en instituciones estatales que colaboran con menores de 18 años, pero son ayudas muy insuficientes. El país ni siquiera tiene políticas públicas destinadas a los adictos. Si las personas caen en el consumo de cualquier droga, los adictos tienen que hacerse cargo de ellos porque el Estado no los apoya de manera significativa, ni los privados lo hacen", mencionó.
Para el especialista "la farmacodependencia por adicciones se relaciona con uno de los problemas de salud pública más importantes del país, pero el país ni si quiera trata a los adictos".