El profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Waleed Saleh, es un experto en estudios islámicos. Nació en Irak y se nacionalizó español; desde 1984 vive en ese país, donde obtuvo un doctorado. Es también coautor de los libros Oriente Medio: el laberinto de Bagdad e Irak: invasión, ocupación y caos. Con estos pergaminos fue invitado por la Cátedra al-Andalus Magreb de la Universidad Adolfo Ibáñez, para dictar mañana la charla "El radicalismo del Islam", en el Campus Viña del Mar de esa casa de estudios, y el miércoles en Santiago. En conversación con La Tercera se refiere al yihadismo en España.
¿Dónde y cómo ocurre la radicalización en España?
No existe un punto concreto, determinado, porque como se está diciendo una y otra vez, estas personas, que llaman lobos solitarios, en realidad pueden estar en cualquier lugar donde haya una mezquita o una persona que pueda instruirles de una manera extremista, inculcarles el odio hacia los demás. Por lo tanto, la radicalización está teniendo lugar especialmente en los medios sociales, en internet y en otros medios que posiblemente muchos jóvenes se enganchan y luego ya no tienen marcha atrás y acaban cometiendo estos crímenes.
¿Por qué Barcelona concentra tantos detenidos por actividades relacionadas con terrorismo?
En la comunidad catalana hay un número grande de magrebíes, especialmente de marroquíes. Más de medio millón de personas de origen norafricano viven en esta región y Barcelona es la ciudad más importante y están más concentrados en esta urbe, pero también se encuentran en otras localidades. Tenemos que tener en cuenta que en estos últimos años hay un control mayor por parte de las autoridades políticas, policiales, sobre centros, lugares de culto que no siempre son un foco de violencia. En algún momento algunos de estos centros, que fueron creados y financiados años atrás por parte de los países del Golfo, no predicaban precisamente la hermandad y las buenas relaciones con el resto, sino más bien tenían unos discursos extremistas. Sí hay que señalar que esta situación ha cambiado en gran medida porque han intervenido autoridades por parte de España y de las propias comunidades árabes, marroquíes, que se han dado cuenta de que esto no puede ser, que tenían que hacer algo. Pero hay casos excepcionales que ocurren, como el del jueves, porque no es fácil evitarlos.
Según lo que se sabe hasta ahora, ¿se puede afirmar que se trataba de una organización?
No hay que descartar del todo que alguna persona de este tipo esté dentro de una organización mayor, pero lo dudo. Porque actualmente hay un control muy grande, y no es sencillo organizar ese tipo de células, porque enseguida se descubren y, además, las últimas informaciones que tenemos de los atentados que han tenido lugar en otras ciudades europeas, casi siempre son de este tipo, son lo que se conoce como un lobo solitario, que se radicaliza por sí solo, y en otros casos existen situaciones en las cuales son células pequeñas son cinco, seis o 10 personas, pero no creo que sea una organización de decenas y cientos de personas, como una célula grande, pero no hay que descartarlo.
El ataque es el segundo que ocurre en España desde 2004, ¿cuáles son las diferencias que se observan en comparación al de Madrid?
Son circunstancias muy distintas, porque en ese momento el Presidente del gobierno español, José María Aznar, había enviado tropas a Irak, participando en la guerra de la invasión estadounidense a Irak, entonces esa fue la justificación para los crímenes en los trenes. Eran unos jóvenes estudiantes que estaban en Madrid y no tenían visos de grandes radicalismos, porque fue una acción política ciento por ciento, instrumentalizando una fe, una religión. Estamos en otras circunstancias, porque España no tiene nada que ver con lo que está pasando en Medio Oriente, pero hay otros países que tienen algún protagonismo, como es el caso de Francia en Libia o Rusia en Siria y otros países. Este tipo de personas tienen esta ideología tan atroz que los demás que no comparten con ellos la misma forma de pensar, independientemente de que sean europeos, occidentales, porque a diario también están muriendo en Irak, en Siria, Yemen, como consecuencia de atentados de esas mismas características.