En octubre de 2012 contamos la historia de Barnaby Jack, un experto en seguridad informática de la empresa IOActive que afirmaba saber cómo hackear un marcapasos desde 10 metros de distancia alterando el funcionamiento del dispositivo y causando un daño mortal al usuario, aunque todo en el laboratorio.

Y hoy, en un capítulo que bien podría estar inserto en alguna serie de TV con tintes de conspiración, se informó de la muerte del hacker justo a algunas horas de ofrecer una presentación donde demostraría cómo se realiza el procedimiento.

La muerte de

tuvo lugar en la conferencia de seguridad Black Hat en Las Vegas, donde además iba a ofrecer una charla acerca de la peligrosidad de las bombas de insulina electrónicas para diabéticos. Recordemos que el hacker saltó a la fama en 2010 cuando alteró el funcionamiento de un cajero automático, provocando que comenzara a expulsar por la ranura todos los billetes desde el interior y copiar la información de las tarjetas de crédito.

Hasta ahora los servicios forenses no han entregado información sobre las circunstancias del deceso.

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