Especialistas de la Red Salud UC advirtieron sobre los riesgos a los que se exponen los niños cuando juegan en plazas y parques, debido a la presencia de parásitos que pueden incluso provocar ceguera.

Según detallaron los especialistas, en los parques existen parásitos que son transmitidos a través de las deposiciones de los perros y los gatos, llamados Toxocara canis y Toxoplasma gondii, respectivamente; que al ser ingeridos por las personas, pueden provocar un daño que en algunas ocasiones puede ser mí­nimo, dejando sólo una cicatriz de uno o dos milí­metros de diámetro; sin embargo, si el parásito se ubica en la retina, puede provocar una uveí­tis y terminar en ceguera.

"Es el azar el que determina dónde se va a ubicar esta minúscula marca", explicó el doctor Enzo Castiglione, oftalmólogo del Hospital Clí­nico Universidad Católica sobre la uveí­tis, que es una patología que se caracteriza por la inflamación interna del ojo y que se puede contraer por distintas causas: puede tratarse de una enfermedad autoinmune y también puede ser de origen infeccioso.

Según el especialista, hasta dos tercios de los chilenos tienen anticuerpos de la toxoplasmosis, según la zona geográfica donde habiten y agregó que "es un riesgo que los niños jueguen en lugares públicos, en especial que tengan cajones de arena, ya que es habitual que los animales defequen en ellos".

Pero no sólo los niños de edad preescolar están dentro de los grupos de riesgo, según la doctora Marisa Torres, especialista en parasitologí­a y Salud Pública UC, "cualquier persona que esté habitualmente en contacto con tierra, como los jardineros, auxiliares de aseo y los agrónomos, pueden llegar a ingerir estos parásitos".

Por ello, las medidas de prevención son muy importantes, explicó la experta y aconsejó lavarse las manos constantemente, no ingerir tierra contaminada por deposiciones de animales y tener una tenencia responsable de mascotas (control y tratamiento periódico).