A las 11 en punto de este martes, los transeúntes del Paseo Ahumada vieron su camino interrumpido por las cámaras y micrófonos de la prensa que estaban apostados frente a una pantalla gigante ubicada en el sector. Junto a ellos, feligreses y voluntarios de la visita del Papa Francisco a Chile esperaban expectantes el mensaje que envió el líder de la Iglesia Católica a Chile y Perú, a cinco días de su visita.

Se trató de un video de casi cuatro minutos, que también fue transmitido en vivo en los andenes del Metro, en el que el Papa invitó a ambas comunidades a ser parte de su visita y pidió que rezaran por él. Conceptos como la "cultura del descarte", "la paz y esperanza compartida entre todos" y "experimentar la cercanía de Dios" forman parte del mensaje, el que fue recibido de distinta forma por expertos, teólogos y sacerdotes.

"Fue un mensaje muy sencillo y muy cercano. Está escrito de forma que sirva para Perú y Chile, por lo que no aterriza a problemas específicos del país", señaló el sacerdote jesuita Fernando Montes. "Es una introducción, que nos recuerda aspectos esenciales de su ministerio. Primero que la razón de su viaje es clara y terminantemente de tipo pastoral, viene a confirmar una fe. Segundo, muestra una disposición de que él conoce nuestra historia, quiere vernos, escucharnos y ayudarnos a recuperar la alegría y esperanza. Eso me parece muy evangélico", añadió.

Uno de los conceptos centrales es el de la "cultura del descarte". Respecto de esto, el capellán de la Universidad Católica, Hugo Tagle, sostuvo que el Papa "les habla a todos los que no se han subido al carro de la modernidad, o no los hemos dejado subirse. Se trata de los más pobres, marginados, los enfermos, muchas veces los ancianos y niños (...). En Chile nos alegramos del progreso, pero aún así notamos que hay compatriotas que viven bajo el umbral de la pobreza".

La cultura del descarte, según Montes, está muy ligada a su idea de la ecología. "Él habla de una manera de vivir sana que salvaguarde al hombre y a la naturaleza. Le duele mucho una economía que quiere sólo crecer y crecer, y en la que para crecer se descartan muchas cosas y termina descartándose al hombre también. A las personas que no son útiles ni productivas se les margina".

Por su parte, el vocero de Voces Católicas, Roberto Ríos, calificó el video como "esperanzador. En este mensaje se centra su visita. Pone el acento en buscar la paz, dice que es la base de la justicia. Nos anima y nos da esperanza para que en Chile podamos buscar la paz, tan necesaria en un país un poco compungido y dividido".

Análisis comunicacional

Sin embargo, pese al tono del mensaje, no todos estuvieron conformes con ver al Papa Francisco leyendo un papel y mirando entrecortadamente a la cámara. Para el académico de la Facultad de Comunicaciones de la U. Central, Ricardo Sierralta, la falta de elementos como un logo, música y lenguaje de señas "fue una oportunidad perdida de poder llegar con un mensaje potente al resto de la gente. No puedes ceñirte a un esquema únicamente escrito, sino que deber tener más recursos expresivos".

En la misma línea, el académico señaló que el formato tradicional del mensaje tiene que ver con que "está orientado al católico que profesa con mayor convicción esta fe. Ellos evidentemente lo recibieron con júbilo, pero el resto de la gente va a tener una actitud absolutamente indiferente".

Además, agregó que la duración del video extendió lo que idealmente se debe usar en estos casos. "Hay que tener capacidad de síntesis y elementos que refuercen algunos aspectos clave, si no la gente escucha muchas ideas, pero a veces no se queda con ninguna".

Para Gregorio Fernández, subdirector de la carrera de Publicidad en la Universidad Católica, el formato en que se emitió el mensaje "tiene que ver con algo propio del Papa, de su edad".

Sin embargo, destacó que pese a lo tradicional, "la gracia es que la gente de la comisión logró que estuviera presente en las redes sociales y que se difunda".

Respecto de la producción, Fernández sostuvo que la simpleza del video muestra que "era un mensaje de última hora. Salvo escribir el texto, no hubo mayor preparación. Eso sí, estar a cinco días de la visita da cuenta que es algo cercano, porque perfectamente podría no haberlo hecho".

En términos generales, el publicista aseguró que con el video se apostó a hablarle al público más cercano a la Iglesia. "Si estuviéramos hablando de elecciones, le está hablando al votante duro, no a los jóvenes, que ya tienen clara su posición", señaló.