Romper "esquemas pasados" para que el sistema se adapte a las necesidades y requerimientos de un mundo dinámico y globalizado, fueron parte de las conclusiones que se dieron a conocer este martes durante el seminario internacional "Educación Superior en Tiempos de Cambios: El reordenamiento institucional", organizado por Universidad de Las Américas y Aequalis, el cual contó con destacados expertos nacionales e internacionales del área.
Uno de los exponentes fue el consultor independiente y ex asesor del Banco Mundial, Jamil Salmi, quien participó del equipo de la Ocde y el Banco Mundial que realizó el informe sobre Educación Superior para Chile el año 2009.
"A Chile le hace falta capacidad para romper esquemas del pasado y pensar en el futuro…para esto se necesita una política de Estado, no de un gobierno en particular, que piense en el crecimiento de Chile y no perder tiempo en la batalla actual entre universidades estatales y privadas", expresó.
En la misma línea, Salmi recalcó que la institucionalidad actual que agrupa a las universidades tradicionales que pertenecen al Consejo de Rectores ya no es representativa de la realidad local y que como sistema se debiese migrar a una agrupación que reúna a las universidades que hacen docencia y otra que sume a las que hacen investigación.
"Se necesitan alianzas fuertes si Chile quiere tener un lugar en el mundo", destacó Salmi, planteando la necesidad de que las instituciones colaboren entre sí, que sean capaces de trabajar de manera coordinada y conjunta para avanzar en materia de Educación Superior.
Por su parte, el ex rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, coincidió con las palabras de Salmi y aseguró que "no tenemos un sistema universitario o de educación superior. No hay instituciones que se coordinen, el diálogo con la autoridad es esporádico y sólo en puntos específicos. No hay colaboración entre las instituciones y no se avanza para estructurar el sistema en función de resultados", destacando que Chile es un país con recursos limitados para materias complejas, por lo que las propias universidades debiesen establecer un diálogo y una autorregulación que les permita aprovechar los recursos.
En tanto, el ex ministro, investigador y académico, José Joaquín Brunner, planteó la importancia de reconocer a las universidades docentes, terminando con el paradigma existente en Chile de educación para una elite.
"Hay que hacer un esfuerzo por repensar las bases sin caer en la trampa del pensamiento hegemónico", aseguró, recalcando que en el país prácticamente el 90% de los planteles son docentes, por lo que el desafío debe ser "concentrarse en la calidad de la enseñanza de estas instituciones"".
"La Universidad docente debe responder a las necesidades efectivas de las personas en la vida adulta… pero con un sentido claro de utilidad. Ésa es la profundización que se debe hacer hoy", aseguró.