"Se necesitan tecnologías automatizadas para controlar el exceso de velocidad en lugares informados". Esa es la principal solución que presenta Julio Villalobos, director del Centro de Transporte y Logística de la U. Andrés Bello (Unab), para minimizar las elevadas tasas de accidentes automovilísticos provocados por uso de velocidad imprudente.
A juicio del experto, se necesita un mayor esfuerzo en fiscalización tecnológica para frenar la imprudencia de los conductores a la hora de manejar. "Se debería identificar aquellos lugares donde se provocan más accidentes por exceso de velocidad. En esos tramos, informar al automovilista que se va a controlar ese ítem, de manera que exista un control efectivo y no tengamos que destinar carabineros a estas funciones", dice Villalobos.
Alejandro Tirachini, académico de Ingeniería Civil en Transportes de la U. de Chile, coincide en que se necesita más vigilancia con herramientas tecnológicas. El especialista postula regresar al uso de fotorradares en rutas, un instrumento que operó en Chile a fines de los 90 y que se eliminó por las altas tasas de infracciones diarias que se sacaban y el uso cuestionable que hacían las municipalidades para recaudar fondos.
Tirachini sostiene que estos dispositivo serían apropiados para combatir los siniestros y detectar a sus responsables. Aunque también propone la implementación de semáforos con cámaras. "Lo que se observa en Santiago es que los automovilistas siguen usando el amarillo y los primeros segundos del rojo como luz verde", agrega el académico.
"Los fotorradares se desprestigiaron en este país porque las municipalidades los ponían para generar recursos, de manera discrecional, donde podían pillar a más automovilistas", explica Villalobos. "Pero en el mundo se ha demostrado mucha efectividad en utilizar sistemas tecnológicos para controlar la velocidad, pero en aquellos tramos de la carretera que estén debidamente informados", complementa.
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Antiguo sistema de fotorradares que operaba en Chile.[/caption]
Milton Bertin, profesor de la Escuela de Ingeniería de la U. de Chile y ex secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), acota que los chilenos conducen "adaptándose a las condiciones existentes". Bertin añade que "en Francia, antes de que se introdujeran el fotorradar y otras medidas, la gente circulaba a exceso de velocidad, pero luego de su implementación tuvieron una drástica disminución en la cantidad de muertos".
El experto concluye que "los diseños de las calles, los niveles de fiscalización y la penalización de las infracciones" en Chile "no son suficientes para disminuir la cantidad de fallecidos".
Proyecto pendiente
En enero de 2014, el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, anunció el envío al Congreso del proyecto que creaba el Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (Cati). La iniciativa contemplaba la instalación de "cámaras automatizadas en puntos de alta accidentabilidad", cuyo objetivo era reducir las víctimas fatales que dejan este tipo de siniestros, mediante el regreso de una tecnología similar a los fotorradares.
El proyecto Cati pretendía diferenciarse del antiguo mecanismo, donde los municipios podían contratar a terceros -quienes operaban en zonas no señalizadas- y en algunos casos se utilizaba para recaudar recursos, a través del pago de infracciones de tránsito.
Sin embargo, actualmente la iniciativa está estancada en el Parlamento. El presidente de la Comisión de Transportes de la Cámara de Diputados, Mario Venegas (DC), explica que "se han generado otras contingencias y el Ejecutivo no le ha dado urgencia a este proyecto en particular". El parlamentario indica que la comisión está enfocada en el proyecto que penaliza la evasión del Transantiago y aquel que regula empresas tipo Uber y Cabify.
De todas formas, Venegas afirma que los fotorradares "no me gustan mucho como fórmula. En su momento generaron muchos cuestionamientos y no tienen muy buena opinión pública".
También reconoce que aparte de la implementación de la silla obligatoria para niños en los vehículos, no hay en carpeta otros proyectos para reducir las tasas de accidentes viales.