Las soluciones para revertir la baja de natalidad están ligadas a políticas integrales, permanentes y no al pago de un bono por una sola vez. Eso plantean especialistas de diversas ramas tras conocer la propuesta presidencial que, mediante un proyecto de ley, propone pagar $ 100 mil a las madres que tengan un tercer hijo y hasta $ 200 mil a las que den a luz al quinto niño.
Según plantea la economista e investigadora del Programa Social del Instituto Libertad y Desarrollo, Paulina Henoch, la situación demográfica debe abordarse, primero, desde una perspectiva de diagnóstico del problema, para a continuación definir las metas y los mecanismos para alcanzarlas. "Tenemos que saber por qué está ocurriendo esto y lo que queremos lograr. Hace una década teníamos una política de control de natalidad, si ahora queremos familias numerosas, hay que definirlo y elegir las herramientas para eso. La decisión de tener un hijo no pasa porque me paguen un bono una vez", dijo Henoch.
En la misma línea, John Cobin, académico de Ingeniería Comercial de la U. Andrés Bello, sostiene que para obtener un cambio conductual, el Estado debe proponer medidas de mayor impacto, como facilidades tributarias. "Un pago no servirá de nada. Pero si todos los años podemos dar reducción en los impuestos, por ejemplo, a partir del número de hijos, tendrás una familia grande beneficiada que estará ayudando al país en el problema demográfico", sostiene Cobin.
La directora de Comunidad Mujer, Alejandra Sepúlveda, afirma que la desaceleración de la natalidad es un fenómeno complejo que requiere "soluciones permanentes que den garantía y estabilidad a las familias a la hora de hacer su planificación". Añade Sepúlveda que para eso es clave políticas de gobierno como las que se han adoptado en países de Europa, con apoyo a los padres desde el nacimiento hasta el final de la escolaridad. "Hay medidas como el costo de criar un hijo, de la educación, de las largas jornadas laborales que influyen en este tema. Si esto busca ser una solución, no puede ser unidimensional", aclaró Sepúlveda.
En tanto, para el presidente de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, Hernán Muñoz, el anuncio es un indicador de que se está comenzando a hacer frente al problema social. Sin embargo, Muñoz afirma que para elevar la postergación de la maternidad deben asegurarse condiciones a los padres de que el hijo estará protegido en términos sociales, de salud y educación. "Se necesitan muchas intervenciones, ya que para asumir esos requerimientos, las mujeres han postergado el embarazo para estudiar, hacer carrera y ser independientes", dice Muñoz.
SEÑAL DE RECONOCIMIENTO
Sobre la medida, el ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, dijo que no está directamente relacionada con los costos de la crianza, pero que apunta a la preocupación por el envejecimiento poblacional. "Es un reconocimiento a las chilenas que sean madres por tercera vez, en el contexto de un país cuyas tasas de natalidad han caído hasta ser las más bajas de Sudamérica", dijo Lavín, quien añadió que "Chile tiene que empezar a construir una política como la que hicieron países más desarrollados para revertir la caída de la natalidad. Hay que pensar que eso es a largo plazo y esta es una especie de primera piedra", afirmó.