Duros reclamos han publicado usuarios y expertos en el área del transporte en las redes sociales por el ingreso de taxistas a las pistas solo para buses del Transantiago, pues llaman a que se priorice la locomoción colectiva masiva, donde se realizan 2,9 millones de viajes por día. Aunque esos vehículos pueden entrar a esas vías, se les acusa de provocar tacos y demorar los desplazamientos.

Alejandro Tirachini, académico de la División de Transportes de la Universidad de Chile, sostiene que las investigaciones indican que las velocidades de los buses registran un descenso cuando ingresan otro tipo de automóviles a esas calles, lo que sube los tiempos de viaje de los usuarios.

Agrega que un análisis realizado por su plantel este año, en relación a las velocidades de los microbuses (a través de sus GPS) en la Avenida Santa Rosa, entre las calles Copiapó y Tarapacá, entre las 07.30 y las 10 horas, muestra que la velocidad de los microbuses cae a la mitad respecto a la obtenida cuando esa calle funciona para todo tipo de tráfico.

El estudio indica que cuando Santa Rosa es pista exclusiva, los microbuses alcanzan 6,4 kilómetros por hora (mientras que se llega a 16,2 kilómetros por hora cuando no es ruta priorizada). "Este sinsentido es explicado, principalmente, por la circulación masiva de taxis en la vía exclusiva en la mañana, lo que ralentiza demasiado la circulación de los buses", afirma el especialista.

Tirachini añade que se trata de un eje relevante (une Puente Alto con Santiago Centro), por lo que se deberían priorizar los vehículos de alta ocupación. Por ejemplo, un bus del Transantiago puede trasladar hasta 160 personas (si es de tipo oruga) mientras que un automóvil menor, a un máximo de cinco usuarios.

Paraderos

El debate en torno al ingreso de este tipo de móviles a las calles priorizadas para buses no se justifica, sostienen los gremios de taxistas.

Alonso Puebla, secretario general de la Confederación Nacional de Taxis de Chile, afirma que la autoridad les permite circular en esas rutas cuando llevan pasajeros, pero no cuando están sin ocupación. "Ese es un acuerdo respetado. El ministerio pone las normas y nosotros cumplimos", añade. Admite, sin embargo, que la convivencia con los buses en estas arterias trae impactos negativos. "Hemos visto cómo 'tiran' las máquinas encima, no permiten un desplazamiento tranquilo y hay agresiones personales", señala, lo que perjudicaría a los pasajeros que no pueden ser dejados donde desean.

¿Existe una solución intermedia que beneficie a ambos sectores? Tanto los expertos, como algunas asociaciones de taxistas sostienen que deben aumentar los paraderos autorizados. "Los que existen son ocupados por ciertas flotas de taxis e impiden el ingreso de nuevos vehículos. Ello ha generado pugnas incluso dentro del gremio", dice Puebla.

Otras agrupaciones incluso solicitan beneficios similares a los buses. Héctor Sandoval, presidente de la Confederación de Taxis Colectivos, indica que quieren ingresar a los corredores en arterias como avenida Grecia o bien Vicuña Mackenna, destinados solo a locomoción mayor.

Consultada la ministra de Transportes, Paola Tapia, sobre si se impedirá el ingreso de taxis a estas vías, dijo que "se están estudiando todas las medidas", sin dar detalles.