Expertos debaten por casos de W-135 en dos trabajadores del Hospital J. J. Aguirre
Académicos plantean que puede tratarse del primer contagio secundario en el país.
Un contagio secundario de meningitis W-135, que ocurre cuando una persona enferma traspasa la bacteria a un conocido, es una de las hipótesis que explicaría lo ocurrido con los dos trabajadores del Hospital Clínico José Joaquín Aguirre de la Universidad de Chile que fallecieron por este tipo de meningococemia, según confirmó ayer el Instituto de Salud Pública (ISP)
Los funcionarios, que se desempeñaban en el área de mantenimiento del recinto asistencial, presentaron los síntomas y desarrollaron una falla multisistémica fulminante con sólo horas de diferencia, lo que abrió el debate sobre si se trataría del primer caso de contagio en cadena por la bacteria W-135 en el país.
El Seremi Metropolitano de Salud, Carlos Aranda, explicó que si bien aún no está clara la forma en que ambos funcionarios se contagiaron, tras la investigación de los dos casos hay tres posibilidades claras: "Los dos eran portadores que activaron la enfermedad; se contagiaron por un portador sano (un tercero) o bien uno de ellos era portador y contagió al otro que no era portador".
De darse este último escenario, se trataría del primer contagio persona a persona de esta agresivo tipo de meningitis en Chile. Según la ex directora del ISP María Teresa Valenzuela, durante 2012 y 2013, cuando se manifestó con fuerza la cepa W-135, "nunca tuvimos un caso secundario", dijo.
Aranda agregó que ambos trabajadores habían presentado síntomas de gripe en días previos. "La ficha clínica decía que presentaban cuadros similares a un resfrío viral, una condición que les puede haber bajado las defensas. La bacteria se comporta clínicamente de forma diferente dependiendo del huésped. Estas personas tenían algunas condiciones inmunológicas o genéticas que favorecieron que esto ocurriera", explicó.
Desde el Hospital Clínico de la U. de Chile descartaron que se trate de un contagio secundario. Así lo señaló la experta en microbiología del recinto, Marcela Cifuentes, quien reiteró que no hay pacientes contagiados en el centro ni tampoco otros funcionarios. "Probablemente ellos desarrollaron la enfermedad de una forma individual o tuvieron una fuente común, porque (el desarrollo) fue simultáneo. Para que haya una transmisión de uno a otro, y luego a otro, tienen que pasar algunos días. En este caso, como fue una manifestación simultánea no se puede considerar eso como posible", aseguró.
Diferente opinión tiene Marcela Potin, infectóloga de la Red Salud UC Christus, quien dijo que pese a que la manifestación de la enfermedad en ambos trabajadores fue sólo de unas horas, el contagio "es posible, porque el primer trabajador puede haber tenido la bacteria hace algunos días y la puede haber transmitido antes de enfermarse, entonces ahí se puede cumplir el período de incubación (que es entre dos a 10 días) en el segundo trabajador", afirmó Potin.
Lo mismo señala el experto en salud pública Jorge Jiménez de la Jara, quien, si bien no se refirió al caso específico del J. J. Aguirre, explicó que "si hay un contacto prolongado puede haber un contagio, porque depende de la resistencia de la personas", añadió.
Valenzuela, además, hizo hincapié en el monitoreo que debe realizarse a partir de estos casos. Eso, pues el invierno "es un período clave para vigilar las meningococemias, porque aumenta su presencia tras cuadros virales e influenzas. En este caso (de los trabajadores fallecidos) hay que hacer una investigación para saber, por ejemplo, si estos tuvieron contacto fuera del hospital, con quién, si entre sus familias hubo contacto. Hay que ver cuáles serían los factores de riesgo de estos pacientes", añadió.
AUMENTO DE CASOS
Con los dos últimos casos confirmados por el ISP, la cifra de contagios por la cepa W-135 suma 51 a nivel nacional y 31 en la Región Metropolitana, lo que constituye un alza en comparación a 2013 (ver infografía).
La infectóloga Marcela Potin explicó que el microorganismo "está alojado en la garganta y se transmite por saliva, aunque es de bajo contagio. Una persona puede contraerla dando un beso, al estar en contacto con secreciones nasales, tos o estornudos de otro que tiene la bacteria. Pero es de contacto estrecho", afirmó.
Los síntomas, en tanto, son parecidos a una gripe, con dolor de cabeza intenso, fiebre alta y vómitos. "Es una enfermedad muy traicionera, no da tiempo para reaccionar, por esto es importante el autocuidado", finalizó Potin.
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