Tras cinco jornadas consecutivas a la baja, el tipo de cambio cerró ayer con un leve aumento de $2,1, hasta $534,6.
Sin embargo, la caída en los días previos alertó al sector privado, y en especial a los exportadores. En ese escenario, la Sofofa pidió que el Banco Central compre los US$4.000 millones que venderá Hacienda para financiar parte de su déficit, a fin de evitar una mayor apreciación del peso.
¿SE JUSTIFICA?
Los economistas dicen que, por ahora, el Banco Central no tiene argumentos para salir a comprar divisas, pues el dólar no está desalineado de sus fundamentos.
La última vez que el instituto emisor intervino el dólar, en abril del año pasado, éste se encontraba en $434, es decir, $100 por debajo del nivel actual. Pablo Correa, de Santander GBM, agrega que el tipo de cambio real está hoy en 88,3 puntos, esto es, sólo 4,8% inferior al promedio desde 1998. En cambio, en abril de 2008 estaba 8,9% por debajo de ese promedio.
Además, el economista de BCI Corredores Jorge Selaive recuerda que en la última intervención, el BC dijo que acumularía reservas por si se agravaba la crisis, y ese argumento ahora no está. "Las reservas internacionales se encuentran en niveles adecuados, medidas contra importaciones y deuda externa. Es decir, no existen por este lado argumentos para acumular reservas", añade.
A esto se suma, según los expertos, que más allá del anuncio de Hacienda, el tipo de cambio ha bajado por la debilidad mundial del dólar.
COSTOS
Los analistas dicen que si el BC comprara los dólares podría hacerlo con y sin esterilizar el mercado (retirar los pesos que introducirá). Si no esteriliza, aumenta la liquidez en pesos y las tasas de interés de corto plazo bajarían más allá de lo justificable por la tasa de política monetaria (TPM). Según Patricio Rojas, de Rojas y Asoc., esto sería contradictorio con el mensaje de que la TPM ya habría llegado a un piso y que este nivel de tasas es suficiente para llevar la inflación a su objetivo. "El Banco Central es autónomo y su compromiso es con la inflación", acota.
Por el contrario, al esterilizar debe emitir deuda y con ello suben las tasas de interés.
Los expertos y la Sofofa dicen que para evitar una alza en las tasas largas -que se han mostrado reticentes a caer-, podría emitir deuda de corto plazo. El problema, a juicio de Selaive, es que elevaría las tasas de mercado hasta 360 días, lo que "no es reactivador para los préstamos de consumo de corto plazo".
Correa agrega que emitir deuda implica un costo financiero, pues esto se hace a una determinada tasa de interés. "¿Por qué el Banco Central tiene que asumir el costo de que el sector privado no tomara coberturas cambiarias?", comenta. Para el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez Christian Johnson todo lo anterior sólo "ensuciaría" el mercado. "Pienso que la propuesta no está bien. Hacienda tiene que vender sus dólares, pero no meter a otros actores, porque si no, se empieza a contaminar el mercado", afirma.
GASTO PUBLICO
El economista de LyD Tomás Flores afirma que esta discusión entre contener las tasas de interés o el tipo de cambio es la contraparte de una política fiscal expansiva. "El corazón de todo esto es que tenemos el gasto público que se está expandiendo a un ritmo incluso superior al que permitía la regla", afirma.
Es más, dice que es probable que el debate continúe, pues el mercado aún no se convence de que el gobierno no seguirá subiendo el gasto.