Luego de tener casi un mes marcado por los incendios en la zona centro sur del país, además de localidades aisladas en el norte por los aluviones que se registraron las últimas semanas de enero, expertos de gremios y organizaciones analizaron cómo debiera mejorar la infraestructura pública, pensando en que episodios como los vividos se replicarán con mayor frecuencia debido al fenómeno del cambio climático.

En esa línea, el consejero del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI) Alvaro González apuntó a elaborar un estudio estratégico que determine "cuáles son los potenciales riesgos del cambio climático, que estamos viendo en las diferentes zonas del país, y luego generar una política institucional de catástrofes que dé cuenta de la infraestructura y de otros factores que hay que tomar en cuenta".

Nicolás Bambach, director del Centro de Cambio Global de la UC, manifestó que si se suma en el largo plazo escenarios como la sequía, altas temperaturas y menos lluvia en el sur, o precipitación intensa en el norte, "van a constituir el clima de una zona determinada, además se prevé que se debiesen observar con más frecuencia".

El tema fue abordado a petición del Ministerio de Obras Públicas (MOP) en 2012, cuando solicitó al mismo centro que dirige Bambach evaluar qué obras y zonas debían adaptarse a estos cambios en el clima para futuras emergencias. El documento, al que accedió La Tercera, apunta a desastres como sequías extremas, inundaciones fluviales y costeras (marejadas). De hecho, la cartera tiene un plan a largo plazo para construir 20 embalses, además de un grupo de obras de control aluvional por US$ 362 millones en cinco regiones del país. El ministro Alberto Undurraga señaló "el país ha sacado lecciones de sus terremotos adecuado sus normas e infraestructura; también hemos aprendido de los aluviones que nos han afectado, y por ello estamos desarrollando importantes obras de control aluvional que permitirán mitigar el efecto de estos fenómenos".

Sin embargo, algunos alcaldes aseguran que esta inversión o análisis no llega a localidades aisladas. El alcalde de Huara, en Tarapacá, José Bartolo, tuvo que enfrentarse al conocido invierno altiplánico, que a mediados de enero dejó 28 localidades aisladas, por lo que apuntó a la falta de infraestructura: "En poblados como Laonzana, Pachica y otros ubicados en la zona del Alto Tarapacá, es necesario que se invierta y ejecuten obras hidráulicas y caminos asfaltados que resistan este tipo de eventos".

Iván Infante, alcalde de Pica, precisó que es necesario aprender lecciones, ya que "el invierno altiplánico genera trastornos y problemas que se repiten año a año, relacionados con obras de riego, hidráulicas y de conectividad", dijo.

El alcalde de San Fabián, en Biobío, Claudio Almuna, relató que por varios días su comuna estuvo expuesta a los incendios forestales, y que sólo pudieron salvarse por "cortafuegos y labores de limpieza que realizó la municipalidad, brigadas de bomberos, Conaf y los vecinos cuando la emergencia estaba ocurriendo".

El presidente de Copsa, gremio que agrupa a los concesionarios, Juan Eduardo Saldivia, apuntó a "tomar una serie de decisiones políticas en materia de infraestructura y también de gestión de la misma. La resiliencia (capacidad de adaptarse a situaciones adversas) de la infraestructura para enfrentar estos hechos, para defender y abastecer a la población en estas nuevas condiciones es muy relevante".