Desde el minuto en que el ministro de Energía, Máximo Pacheco, anunció que a fines de 2015 llegará a Chile el primer embarque de shale gas, catalogado por la autoridad como "una muy buena noticia para el país", comenzaron a surgir dudas.
La principal interrogante apunta a que el precio del hidrocarburo no convencional no incidiría en bajar los precios de la electricidad, ni sería un combustible más competitivo que el carbón.
Dicha percepción se contrapone con un estudio encargado por el gobierno a la consultora Bentek Energy, que dice que los precios a los cuales llegará el GNL son competitivos, y que, además, lo es conseguirlo en el mercado norteamericano, estimando un valor en torno a US$ 11 por millón de BTU (unidad de energía que sirve para medir el gas).
Entonces ¿por qué los analistas proyectan altos los precios del shale gas? Francisco Aguirre, socio de Electroconsultores y consultor privado, dice que los costos anexos harían imposible que el hidrocarburo llegara a bajos precios a Chile. "Para ser competitivo, tendría que llegar a cifras cercanas a US$ 6 o US$ 7 el millón de BTU, como máximo. Sólo a ese valor puede ser competitivo con el carbón. El gas no puede llegar a US$ 6 o US$ 7 por millón de BTU porque sólo cuesta esa cifra la licuefacción, el transporte y la regasificación. Si a lo anterior le sumamos lo que cuesta en EE.UU., entre US$ 4 y US$ 5, de todas formas llegamos a los US$ 11", detalla.
A estos valores los precios de la electricidad no bajarían, tal como lo argumenta el ex presidente de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Jorge Rodríguez Grossi: "Me parece que hay una esperanza, que esto (shale gas) lleve a una baja muy grande en el gas natural. En la medida que el GNL se mantenga en valores en Chile en torno a US$ 12 el millón de BTU no vamos a tener electricidad más barata".
Pero hay voces que valoran la iniciativa de la autoridad.
"Lo que el gobierno está haciendo, y lo que señala la agenda de energía, es tratar de impulsar una participación mayor en la generación eléctrica a través del GNL" dijo, René Muga, gerente general de Generadoras A.G, y agregó que tendrá que evaluarse en su momento si es más barato o más caro en comparación con las otras tecnologías de generación.
ALTERNATIVA DE RESPALDO
Quienes dudan de una eventual baja en los precios aconsejan que el shale gas se mantenga sólo como una alternativa de respaldo dentro de la matriz energética. Así lo piensa Hugh Rudnick, académico de la U. Católica y director de Systep, quien además agrega que la demanda que por esquisto en Asia, principalmente en el Pacífico Sur y Japón, haría subir su precio. "No lo veo como combustible de desarrollo, salvo que estemos dispuestos a pagar más por la energía en desmedro de poder desarrollar generación hidroeléctrica o a carbón, que son las alternativas más económicas para Chile", dijo.
La incertidumbre en los precios provocaría que esta energía no sea competitiva en sectores productivos como la minería, afirma el director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), Carlos Finat. "(El shale gas) es bueno como energía de respaldo, pero no para abastecer proyectos y una economía que sea competitiva". Además, cree que es urgente que se abra una discusión respecto a cuales son los precios esperados del gas en Chile, y el costo final que tendría para la matriz energética.
Más allá del precio, para Flavia Liberona, directora de la Fundación Terram, debe existir una mayor discusión respecto a los pros y contras que tendrá la importación del gas esquisto. En ese sentido plantea que si el gobierno quiere hacer una política energética participativa, "lo lógico sería que las discusiones sobre los beneficios, impactos sociales y medioambientales que genera el shale gas sean abiertas", dijo.