Por primera vez en muchos años, las principales economías desarrolladas y emergentes están creciendo a un ritmo sincronizado, lo que debería traducirse en una reaceleración en la expansión global.

Ese fue el mensaje que transmitieron ayer en el panel "Una economía inquieta" del congreso de Icare, los economistas Claudio Irigoyen, Antonio Espasa y Aldo Lema.

Irigoyen, economista jefe para América Latina de Bank of America Merrill Lynch, proyecta que el PIB mundial avanzará 3,5% este año, lo que se compara con 3% en 2016.

Buena parte de ese mejor desempeño provendría de los mercados emergentes, que pasarían de un alza de 4,1% a 4,6%.

"La mejora en crecimiento global no solamente viene de mercados emergentes, sino que viene de Latinoamérica, porque la base es muy baja", afirmó el argentino.

El experto prevé que la actividad en la región aumentará 1,3% después de dos años de estancamiento o contracción.

"La combinación de inflación y crecimiento es más favorable para atraer capitales externos", acotó.

Por su parte, Antonio Espasa, economista jefe para Europa de Santander Global Corporate Banking, manifestó que "somos muy positivos en Europa" y agregó que el reciente repunte en el Viejo Continente se relaciona más con los fundamentales que con un acto de fe.

"Esta recuperación europea no está reflejada en los números de los analistas ni en los precios de los activos", aseveró.

En cuanto a nuestro país, el economista uruguayo Aldo Lema declaró que "efectivamente estamos en el inicio de un ciclo de recuperación y quizás Chile tocó fondo".

El analista cree que la nación "no está condenada a crecer entre 1% y 2%" y anticipa que "es un escenario crecientemente probable que Chile crezca el próximo año sobre 3%".

Si la inversión repunta, el PIB podría subir 5% en dos o tres años, proyectó.