La inflamación de la membrana que recubre el cerebro (meninges) se llama meningitis. Hay varios virus y bacterias que la pueden causar, pero en Chile la más común es por bacteria meningococo de la que existen varios serogrupos (A, B, C,  Y y W). Hasta 2011, en nuestro país predominaba la cepa B, pero ese año comenzaron a aumentar los casos por cepa W-135, bacteria que es dos veces más mortal.

Tantos fueron los casos que en el tercer trimestre de ese año el Ministerio de Salud (Minsal) inició un plan de vacunación preventivo y selectivo entre niños de 9 meses y cuatro años (grupo más vulnerable). A partir de este año, la vacuna contra este meningococo está incorporada en Programa Nacional de Inmunización (PNI) para los niños de un año (gratuita y en una sola dosis).

Como el meningococo es una bacteria de ciclo variable que incrementa y diminuye su circulación en el país con variaciones entre los distintos serogrupos, las autoridades monitorean de cerca su comportamiento y cada semana el Minsal publica un informe de vigilancia. Al sábado 19 de julio reporta 69 casos confirmados de enfermedad meningocócica, uno menos que el año pasado a la misma fecha, pero 18 más que la media de los últimos cinco años. El 71% de los casos corresponde a W-135 que es ahora la bacteria predominante y en los menores de un año, grupo que no está considerado en la vacunación del plan nacional, son cerca del 40%  La mayoría de los casos se concentra en las regiones Quinta y Metropolitana. Entre toda la población, ya son once los fallecidos.

¿Falló la estrategia propuesta por el Minsal? Según los expertos la medida vacunar al año y en una sola dosis es la medida de salud pública correcta. Además, como la bacteria es nueva en el país, es necesario observar como se comporta antes de tomar nuevas medidas. En todo caso, para quienes tengan el dinero para pagarla en forma particular, ya está aprobada en el país una vacuna que se puede aplicar desde los dos meses de vida, pero en un esquema de cuatro dosis hasta el año (con un valor aproximado de 60 mil pesos cada una).

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María Teresa Valenzuela, académica de medicina de la U. de Los Andes y presidenta del Comité Asesor en Vacunas e Inmunizaciones (Cavei), organismo consultivo del Minsal, cree que la situación actual de la meningitis no es tan distinta a la que había el año pasado o antepasado. "Lo que ocurre es que hoy la población no está enterada porque los medios no lo están informado día a día, pero la bacteria está presente y sigue causando cuadros graves", dice.

Los médicos y las autoridades de salud siguen preocupados. Hace unos días se reunió el Cavei con el Minsal y se resolvió la entrega de circulares informativas a los médicos de todo el país para que sospechen precozmente y educación a la población para que adviertan los primeros síntomas de esta enfermedad.

Para Juan Pablo Torres, infectólogo de CLC, los datos muestran que el número de casos hasta esta fecha este año son similares a lo ocurrido en el año anterior, por lo que no es un problema que se haya resuelto y, por lo tanto, la preocupación debiera seguir igual. "Yo recomendaría siempre la vacunación en niños menores de un año. Desde el año pasado está disponible en Chile una vacuna que se puede indicar desde los 2 meses de edad y cubre el meningococo W, lamentablemente hay que pagarla, pero si es posible, creo que se justifica el esfuerzo ya que los casos se han concentrado justamente en menores de 1 año".

Esa vacuna, dice Cecilia Perret, infectóloga de la Red de Salud UC Christus, tiene un esquema es de cuatro dosis (a los dos, cuatro y seis meses y otra más al año) y eso, como política de salud pública, es complicado que sea para todos los niños por un tema de recursos económicos. Una solución a su juicio podría ser la vacunación diferenciada, es decir, vacunar sólo en las regiones donde la incidencia es más alta, igual como se hace con la hepatitis en las regiones del norte del país que es donde hay más casos. "Mientras mayor sea la población vacunada, aumenta la protección porque hay menos personas portando la bacteria y con ello, menos riesgo de transmisión.

Aunque la letalidad de la bacteria este año no es tan alta como en 2012 (18% frente a un 25% hace dos años), de todas maneras es más alta que la que teníamos cuando el serogrupo que predominaba era el B, dice Giannina Izquierdo, pediatra-infectóloga de Clínica Las Condes. "La mortalidad sigue siendo alta, pero el hecho de contar con una vacuna hizo que los medios y la población se relajara con el tema. Pero no los médicos", agrega

Cambios a la vacunación
El jefe del Departamento de Inmunizaciones del Minsal, Fernando Muñoz, explica que el esquema que se decidió con vacunas al año se hizo porque cuando se inició la vacunación programática en 2012 se administró a niños de 9 meses pero requerían una segunda dosis a la que pocos llegaron. Esa poca motivación hizo que se fijara una dosis al año, junto con la administración de las vacunas contra sarampión, rubéola, paperas, e infecciones neumocócicas.

A juicio de la presidenta del Cavei, no es necesario modificar el actual esquema de vacunas para la meningitis. "La vacuna ha demostrado ser tremendamente efectiva entre la población que objeto de ella. Hay que analizar la tendencia que tenga el comportamiento de la bacteria. Ha ido fluctuando, es muy dinámico. En las ultimas semanas, hay aumentado los casos en mayores de 25 años. Además no se puede cambiar el programa a cada rato", insiste Valenzuela.

Respecto de la vacuna que está aprobada para administrar a los 2 meses, Muñoz dice que el Cavei analizó la situación en su última reunión y la conclusión fue recomendar no hacer cambios y observar la evolución de la enfermedad en los próximos meses. Además, recomendó mantener la estrategia de tratar con antibióticos a quienes tuvieron contacto con algún afectado, lo que evita el contagio de quienes están más expuestos.

En todo caso, cualquier cambio en el comportamiento futuro que pueda tener la bacteria, podría motivar modificaciones.

En los próximos días, se espera que aumenten las infecciones por W. "Generalmente, después de la circulación de virus sincicial e influenza y del brote de infecciones respiratorias aumenta la circulación de esta bacteria. Los virus generan una inmunosupresión y la población queda más expuesta", señala Valenzuela