Anualmente, los desechos plásticos se transforman en residuos que pueden alcanzar entre las 10 mil y 25 mil toneladas de basura que, si no tienen un adecuado manejo, afectan directamente al ecosistema, generando graves consecuencias en suelos y océanos. En Chile, se estima que hasta el 12% de la basura que desecha cada persona proviene de estos tipos de residuos.
Una vez que la basura plástica llega a los océanos, es prácticamente imposible de recuperar. Sin ir más lejos, se estima que para el año 2050, por cada tonelada de peces en el mar, habrá una tonelada de plástico.
Sin duda, la llegada de este desecho al agua genera preocupación, no sólo porque tarda mucho tiempo en degradarse, sino que además porque al hacerlo las especies marinas lo consumen y llenan sus estómagos de material que no pueden digerir, que es tóxico, letal y que en definitiva -por la cadena alimenticia- puede incluso llegar al hombre.
Revertir esta sombría proyección y sensibilizar a la población y las autoridades respecto de la gravedad del problema, fue el objetivo principal del Seminario "La Nueva Economía de los Plásticos", organizado por Triciclos y la Fundación Ellen MacArthur, realizado hoy lunes 17 de abril, en el Centro de Extensión de la Universidad Católica de Chile.
Para el ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, quien expuso sobre "Economía Circular y la nueva Ley de Reciclaje" en el seminario, "este Gobierno se la jugó para que Chile pudiera tener hoy una Ley del reciclaje, donde el principio del que contamina paga es fundamental. Nuestros desafíos actuales son la implementación gradual de esta ley e impulsar con fuerza un cambio cultural que permita que emerja una ciudadanía ambiental y así poder garantizar un futuro sustentable para Chile".
En el encuentro se expuso sobre los más recientes estudios y tendencias globales, además de propuestas para rediseñar el sistema global de la utilización del plástico, promoviendo la discusión sobre el establecimiento en Chile de una Economía Circular. Se trata de un nuevo modelo económico, cuyo objetivo es la generación de un ciclo continuo que optimice el uso de los recursos y reduzca las emisiones de carbono, aumentando la vida útil de los productos y el reciclaje.
"La Nueva Economía de los Plásticos" plantea, entre otras cosas, que sin una propuesta concreta de rediseño e innovación en esta materia, alrededor del 30% de los envases de plástico deberían desaparecer ya que nunca serán reutilizados o reciclados, con el impacto que esto conlleva en el medioambiente. En cambio, la reutilización del plástico ofrece una oportunidad económicamente atractiva para quienes utilizan este elemento en sus procesos de fabricación.
En el corto plazo, "La Nueva Economía de los Plásticos" propone que el 20% de los envases de plástico deben dejar de ser desechables, cambiando así sus modelos de consumo, y el 50% restante requiere aumentar su tasa de reciclaje. Actualmente, Chile cuenta con un marco legal que promueve los incentivos apropiados para avanzar hacia una economía circular. La Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) establece principios y definiciones que obliga a los fabricantes de ciertos productos, a organizar y financiar la gestión de los residuos derivados de ellos. Con ello se busca disminuir la generación de desechos y fomentar su reutilización, reciclaje y otro tipo de valorización.
Gonzalo Muñoz, Cofundador de Sistema B y CEO de TriCiclos explicó que "en los 210 puntos limpios de TriCiclos, llevamos 8 años impulsando este cambio de cultura y facilitando que todo productor se haga cargo del embalaje que vende y que los consumidores puedan hacer decisiones informadas. Todo plástico en un vertedero, río o incinerador es una irresponsabilidad y una gran pérdida de valor".