Unas 25 personas, en su mayoría policías, murieron el viernes cuando tres contenedores llenos de explosivos para la construcción de caminos estallaron en forma accidental en el este del país, dijeron las autoridades.
El vocero militar, mayor general Ubaya Medawala, dijo que inicialmente pensó que el número de muertos ascendía a 60 debido a los enormes daños causados por la explosión, que ocurrió afuera de un cuartel policial en el distrito de Batticaloa.
Las imágenes difundidas por la televisión Maharaja mostraron la estación reducida a escombros. Una oficina de agricultura en la que había campesinos que habían ido a comprar fertilizantes también quedó completamente destruida y el sector quedó sin electricidad.
"Hubo una gran explosión y todo se llenó de humo", dijo S. Vathany, un agricultor. "No sabía qué pasaba".
Medawala dijo no conocer la causa de la explosión de los contenedores, que estaban almacenados en el puesto policial por motivos de seguridad.
En un pasado cercano el área estaba controlada por los ahora derrotados rebeldes Tigres del Tamil, que durante 25 años detonaron bombas para atacar blancos gubernamentales y civiles.
Los explosivos, probablemente dinamita, eran para un proyecto vial a cargo de una compañía china, dijo el vocero militar.
Cada tanto, los trabajadores acudían al puesto policial para recoger pequeñas cantidades de explosivos de los contenedores. La explosión ocurrió cuando los trabajadores estaban retirando algunos de ellos, dijo Medawala.
La detonación mato a 16 policías y nueve civiles _incluso dos ciudadanos chinos_ e hirió a 52 personas, agregó.
El doctor Thyagendra Senthuran, del hospital Chenkalady, situado cerca de donde ocurrió la explosión, dijo haber recibido en el centro 15 muertos y 20 heridos, muchos de ellos con lesiones de gravedad. "Siguen llegando cadáveres", agregó.
El vocero gubernamental Lakshman Hulugalla descartó cualquier posibilidad de sabotaje. "Fue una explosión accidental", insistió.