Un camión cargado de explosivos, explotó hoy en una mezquita chiíta en el norte de Irak. El atentado se produjo cuando finalizaba la oración del mediodía y ocasionó la muerte de 64 personas y más de 166 heridos.

La explosión se produce a días de que las tropas estadounidense se retiren de los núcleos urbanos del país. Justamente, el ataque, acontecido al sur de Kirkuk, ocurrió mientras el primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, insiste en que los estadounidenses deben retirarse el 30 de junio, como está pactado.

Los fieles estaban saliendo de la mezquita en el área de Taza, tras las oraciones del mediodía, cuando el vehículo cargado de explosivos estalló, precisó el brigadier general Sarhat Qader.

Agregó que por lo menos ocho casas se desplomaron por la explosión. Residentes y equipos del rescate buscaban a más víctimas entre los escombros.

RETIRADA DE CIUDADES
Las tensiones se incrementaron en el área, rica en petróleo, en momentos en que los kurdos buscan incorporarla a su región semiautónoma, a pesar de la oposición de árabes, turcos y otros grupos étnicos rivales. Eso elevó las preocupaciones sobre un brote de violencia étnica en el norte de Irak aunque haya un declive de ataques en otras partes.

Las autoridades iraquíes advirtieron que los insurgentes intentarán provocar un nuevo brote de violencia sectaria y minar la confianza en la capacidad del Gobierno para hacerse cargo de la seguridad interna, sin ayuda exterior.

Un pacto de seguridad iraquí-estadounidense requiere que las tropas norteamericanas de combate se retiren de las ciudades a finales de este mes, como un primer paso hacia un retiro total para 2012. El acuerdo incluye una provisión en la que el gobierno iraquí puede pedirle ayuda a Estados Unidos si la violencia repunta.

El primer ministro Nuri al-Maliki insistió previamente el sábado que el retiro ocurrirá como está programado, diciendo que será una "gran victoria" para la nación.