Las explosiones de tres autos bomba dejaron al menos 23 fieles chiítas muertos durante un ritual religioso en Bagdad, dijeron fuentes policiales y de salud.

Otras decenas de personas resultaron heridas por las explosiones, que se produjeron durante el mes sagrado de Ashura, de especial importancia para los chiítas, que son el blanco predilecto del brazo iraquí de Al Qaeda y otros insurgentes musulmanes sunitas.

Los ataques a chiítas iraquíes suelen aumentar durante Ashura, pero el del martes fue el más importante en lo que va del año.

El ataque más letal de la jornada se registró en el distrito de Shuala, en el noroeste de Bagdad, donde un auto estacionado fuera de un lugar de oración estalló mientras las personas dejaban el edificio, causando la muerte de nueve de ellas. "Vi mucha sangre en el suelo", dijo el policía Hashem Abbas, quien fue testigo de la explosión e indicó que había zapatos y ropa despedazados tirados en el área. Otras dos explosiones causaron siete muertes cada una.

La violencia en Irak ha disminuido tras las matanzas sectarias del 2006 al 2007, pero los insurgentes suníes todavía lanzan ataques con frecuencia y buscan reanudar las luchas entre sectas musulmanas para minar al Gobierno liderado por chiítas.