Exponen en Chile dibujos inéditos de Guayasamín
Desde el jueves, la Corporación Cultural de Las Condes muestra 200 bocetos que dan cuenta del proceso creativo del pintor ecuatoriano. Entre ellos, hay retratos de Neruda y Mistral.
Oswaldo Guayasamín (1919-1999) tenía 23 años cuando hizo su primera venta de arte. Admirado por el talento del pintor, el político estadounidense Nelson Rockefeller compró siete de sus cuadros y le otorgó una beca de nueve meses para conocer los más grandes museos de Estados Unidos. Fue así como el pintor se abrió al mundo. Pero aún le quedaban sorpresas y en el viaje realizó sus primeros retratos: a los poetas Juan Ramón Jiménez y Gabriela Mistral, con quienes entabló una gran amistad.
El boceto de la poeta es parte de la muestra Oswaldo Guayasamín. La lección del maestro, con dibujos inéditos del ecuatoriano, que se inaugura este jueves en la Corporación Cultural de Las Condes (Av. Apoquindo 6570) Se trata de 200 bosquejos que se muestran por primera vez al público para conmemorar el Bicentenario de Ecuador y los 90 años del nacimiento de Guayasamín. "Estos dibujos no se han visto ni siquiera en Ecuador. Dan cuenta de su proceso creativo. El planificaba todo antes de pintar, era muy riguroso", dice su hijo Pablo, presidente de la Fundación Guayasamín y curador de la muestra.
La exposición (que en agosto se trasladará a Temuco, a la Universidad de La Frontera), está compuesta por los dibujos que el pintor realizó desde los siete años, y los bocetos que creó en su paso por la Escuela de Bellas Artes, los que fueron guardados durante años por la primera esposa del pintor, Maruja Monteverde. Además de caricaturas que Guayasamín hizo de Hitler y bocetos de su etapa como pintor de fama mundial. "No estoy de acuerdo con que se diga que Guayasamín fue un pintor indigenista. Esa sólo fue una de sus primeras etapas, luego se inspiraría en temas universales como la guerra, la esclavitud", dice su hijo.
El pintor tuvo una estrecha relación con Chile. Fue amigo de Neruda (a quien dibujó), Salvador Allende y Eduardo Frei Montalva. Su carrera artística, caracterizada por reflejar la injusticia social, se dividió en tres etapas: El camino del llanto, donde habló del mestizaje; La edad de la ira, con temas como la discriminación y la violencia, y La edad de la ternura, sobre el rol de la madre como centro de las relaciones humanas.
En 1999 el pintor murió dejando inconcluso su gran sueño: la construcción de un museo dedicado al hombre. "Mi padre dejó de creer en Dios a los siete años, cuando su mejor amigo murió asesinado. Así, de adulto decidió que tal como había templos para dioses y santos, él haría uno para reflexionar sobre el devenir del hombre", cuenta Pablo. El año 2000 se abrió en Quito la Capilla del Hombre que en 2012 inaugurará una colección de arte prehispánico de 8 mil piezas y otra dedicada al arte contemporáneo, además de la apertura de la casa del pintor como museo. "Este proyecto no pertenece a la familia ni a Ecuador, sino que a toda la humanidad", concluye su hijo.
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