Exxon Mobil Corp., la mayor empresa de energía de Estados Unidos, y BG Group Plc, del Reino Unido, podrían descubrir petróleo y gas en el Atlántico cerca de pozos que antes no tuvieron éxito, según Sanford C. Bernstein & Co.

Exxon podría "sorprender" a los inversores con un posible descubrimiento en un pozo de exploración en aguas profundas frente a la costa del Brasil, mientras que BG Group podría trabajar una nueva área en la cuenca de Santos del país, dijo hoy en un informe enviado por correo electrónico Neil McMahon, analista de Bernstein establecido en Londres.

En junio, Exxon dijo que no había encontrado petróleo o gas natural en el pozo Guaraní del bloque BM-S-22 de la cuenca de Santos. La compañía con sede en Irving, estado de Texas, dijo que planeaba perforar un tercer pozo con sus socios Petróleo Brasileiro SA y Hess Corp.

El pozo Guaraní fue "perforado demasiado al este en el bloque y, por lo tanto, lejos del depósito de carbonato de buena calidad", dijo McMahon. El "tercer pozo en la parte norte occidental del bloque podría resultar mejor, seguramente para sorpresa del mercado, que ha descartado ese pozo" como improductivo.

Compañías petroleras internacionales como Royal Dutch Shell Plc, Repsol YPF SA de España y la portuguesa Galp Energia SGPS SA están explorando áreas de aguas profundas frente a las costas brasileñas, donde BG y sus socios descubrieron el gigantesco yacimiento de Tupi en 2006. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunció esta semana un plan para aumentar el control gubernamental de las reservas de petróleo y gas a fin de subir el ingreso estatal.

PROSPECCIONES DE CORCOVADO-1
BG, tercer productor de gas del Reino Unido por volumen, podría tener éxito en su pozo Corcovado-1 en el bloque BM-S-52 de la cuenca de Santos en la llamada área presalina, aun después que en el Corcovado-2 no se encontraron hidrocarburos, dijo McMahon.

Petróleo Brasileiro, la compañía brasileña paraestatal conocida como Petrobras, está desarrollando el yacimiento de Tupi junto con BG y Galp. Petrobras calculó en noviembre de 2007 que el depósito podría contener hasta 8.000 millones de barriles de petróleo, lo que lo convierte en el mayor hallazgo del continente americano desde que se encontró el yacimiento mexicano de Cantarell en 1976.