La mañana del jueves 13, el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre (PPD), dio un paso crucial para la tramitación de la reforma educacional: desde su despacho, con su rúbrica y la de la subsecretaria Valentina Quiroga (independiente), salieron las invitaciones a los distintos representantes del mundo académico, estudiantil y de los apoderados para sostener reuniones formales con la nueva administración.

La arremetida de Eyzaguirre -activada a sólo 48 horas de asumir el cargo- es, sin embargo, parte de un cuidadoso diseño, destinado a lograr el mayor y más transversal respaldo a uno de los ejes programáticos comprometidos por la Presidenta Michelle Bachelet.

Desde que fue designado como titular de Educación a fines de enero, el economista ha destinado buena parte de su tiempo a estudiar antecedentes y papers vinculados a la iniciativa, quizás la más ambiciosa de la nueva administración, y para cuyo cumplimiento la Mandataria impulsará una reforma tributaria destinada a recaudar US$ 8.200 millones.

En paralelo, Eyzaguirre se ha abocado a contactar a ex autoridades de la cartera y a expertos en el área, a quienes no ha ocultado su preocupación por los desafíos que implica la iniciativa.

El ministro siente el peso de la fortuna sobre sus hombros. Pocos dudan que el éxito o el fracaso del segundo mandato de Bachelet en La Moneda dependerá en buena parte del devenir de la reforma educacional (ver columna de Ascanio Cavallo). 

En sus varias conversaciones, el titular de Educación se topó con un diagnóstico similar: la reforma, para ser exitosa, además de los votos en el Parlamento, requerirá de un amplio apoyo ciudadano y, en este respaldo, será clave la legitimidad que den a la iniciativa los líderes estudiantiles, quienes han protagonizado las mayores movilizaciones sociales de los últimos años.

Bajo este contexto es que hace semanas Eyzaguirre comenzó a tender puentes hacia el movimiento estudiantil. Y fue uno de sus primeros asesores, el sociólogo y ex investigador de la Universidad Diego Portales Gonzalo Muñoz, quien le sugirió acercarse al ex timonel de la Feuc y, hasta enero, coordinador nacional de Revolución Democrática (RD), Miguel Crispi.

Muñoz, quien antes de integrarse al gabinete de Eyzaguirre se desempeñaba como miembro del consejo de la Agencia de Calidad de la Educación, conoce bien al ex líder universitario, ya que ambos militan en RD.

La recomendación de Muñoz entusiasmó a Eyzaguirre. El ministro contactó personalmente a Crispi a principios de marzo y, el martes 11, el ex dirigente estudiantil cruzó las puertas del Mineduc en calidad de asesor ministerial.

La incorporación del ex timonel de la Feuc al gabinete de Eyzaguirre fue vista con inquietud en las filas estudiantiles y, en especial, en la mesa ejecutiva de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech).

La agrupación, que reúne a las principales federaciones de estudiantes universitarios, analizó en su cita del domingo 9, realizada en Temuco, el fichaje de Crispi.

Y es que el ex presidente de la Feuc no sólo fue un ex líder universitario, sino que, además, cumplió un rol clave como asesor de los dirigentes estudiantiles que encabezaron las movilizaciones de 2011.

Según personeros de la Confech, en la señalada cita se valoró el fichaje de Crispi y Rodrigo Roco -un emblemático dirigente estudiantil en los 90, que también se incorporó al staff de asesores de Eyzaguirre-, pero también se tomó distancia de sus nombramientos.

"Yo conozco a Miguel, estuvo en mi cargo antes, y sé de su compromiso con la reforma. Pero en ningún caso esos nombramientos son garantías de cómo hacer las cosas, seguimos manteniendo las críticas sobre las ambigüedades del programa", afirmó a Reportajes la presidenta de la Feuc, Naschla Aburman.

Consciente del peso específico que tiene el fichaje de los ex dirigentes universitarios, Eyzaguirre definió nombrar a Crispi como su principal asesor en materia de reforma educacional.

En esa línea, el ex presidente de la Feuc ha acompañado al ministro en cada una de las reuniones que ha sostenido con parlamentarios sobre el tema, y también se sumará a las citas agendadas con el resto de los actores en la materia, líderes estudiantiles incluidos.

"Es un gesto haber incorporado a los ex dirigentes, ya que permite al ministro establecer mejores vínculos y procesar de buena manera las respuestas de los estudiantes", afirma un alto dirigente socialista.

En la misma línea, el presidente del PPD, Jaime Quintana, sostuvo que "Miguel es una carta joven que ha desarrollado bien una de las habilidades de la nueva política: saber escuchar. En educación o donde esté, logrará armonizar la acción del Estado con el diálogo social".

CONTRARRELOJ

La convocatoria abierta a los estudiantes al diálogo, reconocen en el Mineduc, es una de las primeras gestiones de Crispi.

El ex dirigente ha conversado en el último tiempo de manera informal con varios de los representantes estudiantiles.

En su ronda de conversaciones, Crispi tomó nota de las posturas encontradas que la reforma educacional propuesta por Bachelet despierta en la Confech: si bien la iniciativa es mirada por amplios sectores con escepticismo, no es menos cierto que el espíritu de la reforma genera abierta simpatía en otros sectores.

"Ya los asesores están tomando contacto con diferentes dirigentes estudiantiles", afirmó Eyzaguirre la mañana del jueves 13, pocas horas antes de que se despachara la invitación formal a la Confech.

Lo concreto es que el llamado de las autoridades del Mineduc se produjo sólo a días de que trascendiera el complejo escenario interno que enfrentan los estudiantes, quienes para salvar sus diferencias internas acordaron demandar con las autoridades del Mineduc un diálogo con "garantías".

En paralelo, los representantes estudiantiles de la Nueva Mayoría han iniciado contactos para actuar coordinados en las reuniones de la Confech.

Aunque abierta, la convocatoria de Eyzaguirre al diálogo también pone plazo a las conversaciones con los líderes estudiantiles. "A la brevedad" se lee en la nota despachada por el ministro, en la que también conmina a la mesa ejecutiva de la Confech a proponer una fecha de encuentro "antes del 31 de marzo".

El plazo no es casual: la propia Bachelet incluyó entre las 50 medidas que busca materializar en los primeros 100 días de su mandato el ingreso de la reforma educacional al Congreso.

Aunque hasta ahora no existe claridad respecto a si la iniciativa será tramitada como un solo proyecto o varios proyectos de ley, los tiempos en el Mineduc apremian.

El jueves 13, al inaugurar el año escolar 2014, la propia Mandataria -quien estuvo escoltada por Eyzaguirre- anunció para los próximos meses el envío de proyectos para poner fin al lucro, el término del copago en los establecimientos educacionales y la derogación progresiva del financiamiento compartido, entre otros.

FUEGO INTERNO

"Es la primera vez en casi seis años que no vengo para acá", señaló con tono melancólico la destituida ministra y hoy diputada Yasna Provoste (DC), al cruzar el jueves 13 la puerta del despacho de Eyzaguirre.

El comentario de Provoste provocó sonrisas algo nerviosas en los invitados del ministro, entre los que también se encontraban el presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, Mario Venegas, y el diputado Gabriel Silber.

La visita de la delegación DC -con quienes Eyzaguirre abordó en líneas generales los temas de la cartera- no fue la única que ocupó la agenda del ministro en los últimos días.

En las últimas semanas, Eyzaguirre -además de intentar tender puentes con el movimiento estudiantil- se ha preocupado de ordenar las filas de la Nueva Mayoría tras la reforma.

Razones no le faltan al ministro para estar inquieto. A fines de febrero, el presidente de la DC, Ignacio Walker, resintió públicamente -en una entrevista en Reportajes- la falta de influencia de su partido en Educación. "Constato que la DC quedó fuera de la foto en materia educacional y eso me preocupa, porque es un ámbito sensible entre la izquierda y la DC. Este no es un tema menor", afirmó en esa oportunidad.

Antes de ello, cuando aún no asumía, Eyzaguirre debió enfrentar la temprana renuncia de la designada subsecretaria de la cartera, Claudia Peirano (DC), tras ser acusada de supuesto conflicto de interés.

La "baja" de la personera DC fue -en rigor- la primera derrota del hoy ministro: Eyzaguirre intentó infructuosamente hacerla desistir de dejar el cargo, pero Peirano se mantuvo inflexible.

La cita con Provoste y los diputados DC es el primer paso de acercamiento del ministro con las filas falangistas, aunque hay que advertir que la postura de este grupo difiere radicalmente de la de Walker. Con este último, en tanto, Eyzaguirre aún no ha conversado.

Un día antes de su encuentro con la DC, el ministro se reunió con el presidente de la Comisión de Educación del Senado, Fulvio Rossi (PS).

La interlocución con quienes desempeñarán cargos claves en el Parlamento es considerada crucial por Eyzaguirre y su equipo para asegurar una rápida tramitación de la reforma.

Así, luego de las reuniones con los presidentes de las comisiones de Educación de la Cámara y del Senado, estaba previsto que la ronda de encuentros fuera cerrada ayer con una cita masiva de los integrantes oficialistas de ambas instancias. Al cierre de esta edición, la convocatoria había sido despachada.

Antes de iniciar la ronda con los máximos representantes de la Nueva Mayoría en las instancias ad hoc del Parlamento, Eyzaguirre cerró otro flanco y se reunió los primeros días de marzo con quien había sido uno de sus principales críticos desde que se conociera su nombramiento: el senador socialista Carlos Montes.

Montes es considerado uno de los parlamentarios oficialistas más influyentes en los temas de Educación y, a sólo días de que Bachelet anunciara su gabinete, declaró que "no conozco lo que piensa Nicolás Eyzaguirre en materia de educación". Según quienes conocieron los pormenores de la conversación, el impasse entre ambos quedó superado.