El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, encabezó la misa crismal en la Catedral Metropolitana, donde sostuvo a los sacerdotes que integran la liturgia que "el acompañamiento espiritual no se convierta en instrumento de dominación".
Esto, luego de que se diera a conocer hace algunos días atrás las medidas disciplinarias en contra del sacerdote y más cercano a Fernando Karadima, Juan Esteban Morales, por "abuso de poder".
Morales había sido denunciado por manipular las conciencias de algunos feligreses, tomando control sobre sus vidas, ante lo cual, luego de la investigación del padre Jaime Ortiz de Lazcano, se determinó que el religioso estará supervisado por el vicario de la zona correspondiente y no podrá asumir las "guías de almas".
Ezzati indicó también que "confesamos, humildemente, que una desviada y mal entendida dirección espiritual, ha causado dolor en personas".
"Nunca más el acompañamiento espiritual , ejercido por nosotros, pierda su esencial servicio liberador", agregó el arzobispo.