Mediante una declaración leída por el portavoz del Conferencia Episcopal Jaime Coiro, el arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati, indicó con respecto a la muerte de Daniel Zamudio, que "todos somos hijos e hijas de un mismo Padre que nos ama. Nadie puede ser agredido, denostado o excluido por su raza, sexo, edad, condición o creencias".

Ezzati además agregó que "el ataque que causó la muerte a este joven, como tantas otras expresiones de violencia contra personas, no puede dejar indiferente a nuestra sociedad".

El arzobispo agregó que la muerte de Daniel se produce en circunstancias "tan dolorosas y repudiables, como es la denigración de la persona humana que se traduce en intolerancia, agresión y violencia, base sobre las cuales no se puede construir el futuro de la comunidad humana".

El presidente de la Conferencia Episcopal afirmó que, una vez más, la Iglesia que peregrina en Chile adhiere a la clara postura de la Santa Sede, citando un documento de 1986 de la Congregación para la Doctrina de la Fe: "Es de deplorar con firmeza que las personas homosexuales hayan sido y sean todavía objeto de expresiones malévolas y de acciones violentas".

Ezzati dijo esperar que en la investigación de este crimen "se establezca claramente la verdad y se haga justicia".