El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, se reunió este viernes con los familiares de los comuneros mapuches José Huenuche Reimán, Jonathan Huillical, Ramón Llanquileo Pilquimán y Héctor Llaitul, quienes se mantienen en huelga de hambre luego que la Corte Suprema rebajara sus penas por el ataque al fiscal Mario Elgueta.
El sacerdote explicó a La Tercera que "fue una reunión en que acogí el dolor, la situación anímica de los familiares, la decepción que sienten frente a lo que ha sido la determinación de la Corte Suprema, porque ellos esperaban otra cosa".
Indicó que "yo los acogí, los escuché, traté de entrar en sus pensamientos y sentimientos, los apoyé en su dolor como familiares y en su preocupación por los presos que están en huelga de hambre".
Y, al respecto, el arzobispo Ezzati afirmó que "lo más importante que hemos dialogado es buscar un camino de salida a la huelga de hambre, el cual esperamos vaya madurando cuanto antes".
-¿Y este camino por dónde iría?
-Eso deberán determinarlo los familiares junto con los detenidos, pero naturalmente vamos a apoyarlos en lo que podamos desde la Iglesia católica, en la persona del arzobispo de Concepción Fernando Chomalí y yo personalmente también voy a hacerlo.
-¿Evaluó la posibilidad de reunirse personalmente con los comuneros?
-Eso también lo conversamos, pero estando el arzobispo Chomalí y monseñor Pedro Ossandón, ellos tienen la responsabilidad directa de la pastoral de esa porción de la Iglesia, así que a ellos les corresponde en primer lugar realizar esa tarea. Para mí es mucho más difícil poderla ejercer, porque ya no soy arzobispo de Concepción y porque las distancias son las que son.
El arzobispo explicó, eso sí, que "les envié un saludo muy cariñoso a través de sus familiares y naturalmente comprendieron muy bien cuál es la organización de la Iglesia y también la disponibilidad mía de poder estar cerca de ellos".
-¿Cómo puede conjugarse una intervención de la Iglesia en este caso sin que, de por medio, haya una crítica al Poder Judicial?
-Nosotros no le hacemos ninguna crítica al Poder Judicial. Uno puede decir que esperaba una cosa u otra, pero sin hacer ninguna crítica, porque no me corresponde criticar a un poder del Estado. En la mañana había declarado que me parecía muy importante que pudiera hacer un discernimiento que, por supuesto, fuera expresión de la legalidad, pero también de una interpretación de la legalidad que tuviera muy en cuenta el tema de la persona humana y de la vida humana. Estoy convencido de que las personas que han juzgado el hecho, lo han hecho con esa conciencia.