Ya no está en funciones en el servicio exterior, pero para el ex embajador de Chile en Venezuela y Perú Fabio Vio, "el deber de representar cuando las cosas no se están haciendo bien en política exterior" no ha terminado. La semana pasada envió una carta exigiendo un actitud más drástica de Chile "frente a la dictadura venezolana". No es la primera vez. En abril de 2016, junto a otros 21 ex diplomáticos chilenos, suscribió la declaración "No olvidemos a Venezuela", donde pedía al gobierno de Bachelet "exigir la inmediata libertad de los presos políticos del chavismo" y manifestaba su preocupación por la "débil" posición de Chile frente al régimen chavista.

¿Chile se estaba quedando solo en la región al insistir en el diálogo como única salida viable a la crisis de Venezuela?

El aislamiento de Chile en esta materia se debe a que hubo un cambio de signo político en gran parte de la región. Antes, los gobiernos de Cristina Fernández, en Argentina, y de Dilma Rousseff, en Brasil, no ocultaban sus simpatías por el régimen chavista, eso facilitaba mucho las cosas a Chile. Tras los cambios de gobierno en esos dos países, Chile quedó en una posición más bien solitaria y ha tendido a diferenciarse de sus aliados naturales que conforman los países de la Alianza del Pacífico. Perú y Colombia han sido más duros frente a Venezuela. Chile ha tenido algunas declaraciones positivas, pero no son suficientes. Venezuela está en una situación límite, ya nadie duda de que es una dictadura y, además, se vive una crisis humanitaria.

¿Cómo califica la posición que ha adoptado Chile?

Para la Cancillería ha sido muy difícil manejar el tema de Venezuela, porque al interior de la Nueva Mayoría tiene a tres partidos chavistas. La presencia del Partido Comunista, de la Izquierda Ciudadana y del MAS en la coalición de gobierno, evidentemente ha condicionado la política exterior de Chile respecto de Venezuela y Cuba. Desde el inicio de este gobierno vimos una inflexión frente a lo que fue la defensa irrestricta de los derechos humanos en esos países. Durante toda la Concertación y en la administración de Piñera hubo una posición muy clara de condenar los regímenes dictatoriales o autoritarios en la región. Pero, desde el inicio del gobierno de Bachelet, esa posición se ha debilitado. Chile ahora se ha limitado a solicitar a Venezuela que cumpla con el debido proceso y no ha ido al fondo del asunto, que es exigir de manera categórica la liberación inmediata de todos los presos políticos, que ya suman más de 600, exigir la separación absoluta de poderes y elecciones generales de acuerdo a la propia Constitución chavista.

Usted se desempeñó como embajador de Chile en Venezuela en la época de Chávez. ¿Chile tenía entonces una postura más dura que ahora?

El gobierno de Chávez tenía algunas características autoritarias y se iniciaba el proceso de no respeto a la separación de poderes, pero no se había llegado al límite actual. Pese a eso, las relaciones entre Chile y Venezuela fueron complejísimas en ese periodo, debido, además, a la intromisión de Chávez en un tema bilateral entre Chile y Bolivia, como era la pretensión marítima boliviana, tanto así, que durante mi misión fui llamado a informar y estuve cuatro meses en Santiago. De todas formas, se mantuvieron espacios de diálogo y al final de su administración Lagos realizó una visita oficial a Venezuela, ocasión en la que se reunió con los líderes de todos los partidos opositores. Esa fue la primera vez que se reunían todos los partidos opositores