Por primera vez desde el año 2005 se logró dar con el lugar donde se elaboraban las llamados "skimmer", una de las herramientas más utilizadas por los clonadores de tarjetas de crédito y débito para obtener los datos de la cuenta y almacenar las claves secretas a través de una microcámara, ya sea adosando el aparato en un cajero automático, o de forma portátil.

El complejo laboratorio operaba en calle Brasil, en el centro de Santiago, desde donde Carabineros del departamento OS-9, incautó elementos para fabricar cientos de los dispositivos clonadores como microcámaras con sistemas de encendido automático y moldes, 10 skimmer listos para ser distribuidos, 34 tarjetas clonadas y tres millones de pesos en dinero en efectivo.

El living completo del inmueble arrendado por un ciudadano colombiano, fue convertido en un laboratorio de clonación. El capitán del OS-9 Mauro Pino, explicó que "por la cantidad de implementos, y por el rollo industrial de plástico hallado, se presume que esta es la banda que distribuye los skimmer a los clonadores de tarjeta, ven un negocio muy lucrativo".

Pero como las tarjetas con banda magnética tienen sus días contados, los fabricantes de skimmer ya estaban un paso más adelante, y según dijo el capitán Pino, se estaban preparando para meses después hacer una clonación masiva posiblemente de las tarjetas con chip.

"Fabricaron un plástico con dos chips, que simula ser una tarjeta. Esa tarjeta, la estaban utilizando en el mercado formal donde existen puntos de pago en cajeros automáticos, los cuales aceptan tarjetas con chip, para ver si están funcionando correctamente y para detectar alguna vulnerabilidad que presenten estos dispositivos", dijo Pino.

Producto de la investigación policial, tres ciudadanos colombianos fueron detenidos en un banco del sector oriente de la capital, uno de ellos con antecedentes por tráfico de armas en su país natal, por lo que ingresó a Chile por un paso no habilitado.