Fernando Alarcón, Andrés Rillón, Patty Cofré, Delfina Guzmán, y Julio Jung. Todos trabajando para Fabrizio Copano, tanto dentro, como fuera de pantalla. El comediante reclutó a un experimentado elenco para su cinta Héroes, que estrena el 8 de enero, su primer proyecto fílmico desde Barrio universitario (2013). En esta, donde nuevamente es el protagonista y guionista, y es dirigida por Esteban Vidal, encarna al nuevo jefe de una inepta ONEMI, donde todos los trabajadores son despistados y entrados en edad, que deberán unirse para enfrentar a un malvado empresario (Héctor Noguera) que quiere trasladar Chile a Europa.

Con dos películas en el cuerpo, y su extenso paso en el recién terminado programa El club de la comedia, es fácil olvidar que Copano tiene sólo 25 años. Con Héroes, inicia una nueva etapa en su carrera. "Estoy muy orgulloso de esta cinta. Siento que no imita a ningún referente gringo",  dice.

Tomando en cuenta el estado actual del cine de comedia en Chile, que resurgió un poco a partir de Barrio universitario ¿qué lugar ocupa esta cinta en el género?

Nosotros tratamos de hacer entretenimiento que sea pop, pero buen pop. Es como Javiera Mena o Francisca Valenzuela en la música. No tiene que ver con alimentar el ego, y por eso cada película es un aprendizaje. Esta es una cinta que es mucho más compleja y más grande que Barrio universitario. Yo soy súper autocrítico. La película anterior tenía millones de falencias y no soy ciego. No me quedo pegado en esa frase de "fue el resto, no me entendieron". Al contrario, generalmente tengo la impresión que todo lo que hago es muy malo (ríe).

¿Cree que en Chile existe más lugar para el cine de comedia? ¿Mayor relajo frente a ciertos temas?

Toda la percepción del humor en Chile es televisiva. Que la gente se ríe de esto, o no se ríe de esto otro, pero se basan sólo en la tele. Yo hago stand up todos los días y puedo decir que en general la gente se ríe con mucho más libertad y de muchos más temas de los que se creen. Hay una camada de comediantes nuevos que están en todos los bares, y hacen que la gente se mate de la risa con temas desde el aborto hasta Martín Larraín.

Se acabó El club..., y ahora tanto usted como Sergio Freire y Rodrigo Salinas están en el cine. ¿Es una evolución natural a lo que se empezó en el programa?

No lo sé.  Considero que, a nivel de influencia, El Club de la comedia estaba muerto hace como dos años. A Rodrigo y Sergio los conozco más, y por eso sé en lo que están, pero no tengo idea que hará el resto. Para mí El club... es como una banda de los 2000 (ríe). Hizo lo que se tenía que hacer en esa época, pero ya no. Pero hoy recién tengo 25 años, entonces a pesar de todo, me siento como partiendo. Tengo una base que me entregó el programa, pero en verdad me siento comenzando de cero. Si uno se fija, los mejores comediantes tienen por lo menos 40, porque han vivido más cosas.

Y así se llega al elenco de Héroes…

Exacto. Por eso es mucho más interesante trabajar con Coco Legrand que con cualquier comediante que esté partiendo. Es mucho más llamativo interactuar con Andrés Rillón que tiene 85 años. Está más lúcido que cualquiera. Y tiene que ver con lo mismo. Los buenos comediantes son viejos. Los jóvenes lo intentamos nomás. Fue genial. Fue un cambio de aire venir a trabajar con todas estas personas con las que no había estado en mi vida.

¿Faltan más voces originales en el cine chileno?

En el cine cómico chileno se utilizan algunos referentes muy malos, y me pasa que eso de "cine chileno" siempre lo he encontrado reduccionista. No tiene nada que ver La vida de los peces con El limpiapiscinas. Los autores son muy distintos. Esta cinta tiene ambiciones muy diferentes a un drama, por ejemplo. El problema yo creo es poder mezclar la capacidad de producción de una película como Héroes con la inteligencia del cine arte. Porque no puede ser que exista el cine comercial, y el cine que no ve nadie. También pasa que los autores de comedia son a veces muy mezquinos. No son autocríticos.