Fabrizio Copano repasa a tuiteros, Alberto Plaza y críticas a los humoristas en conferencia de prensa

Previo a subir al escenario del Festival de Viña, Fabrizio Copano había anunciado que su rutina se centraría en el público de la Quinta Vergara. Y esta noche, la sexta y última jornada del certamen, su talento rápidamente generó carcajadas y aplausos en los presentes.

El comediante de 27 años se plantó en escena con un dominio implacable: habló del aborto, de encontrar en Tinder a la alcaldesa de la Ciudad Jardín, del problema de pololear con una 'cuica', y preguntó al palco si alguna de las personas ahí había estudiado algo. Así, el ex integrante de El Club de la Comedia (CHV) bajó del escenario con las gaviotas de plata y oro, un aplauso cerrado de los presentes y arrastrando el peak de la noche, que llegó a los 42 puntos de rating.

Ya en la conferencia de prensa post show, el exponente del stand-up comedy respondió al primer debate que se generó en redes sociales. Y fiel a lo que mostró sobre el escenario viñamarino, dijo: "Obviamente que encuentro que todas las opiniones son válidas, y eso está bien, pero siempre he pensado ¿por qué pescamos tanto Twitter, si es la red social que tiene menos seguidores?. Es como si le pusiéramos mucha atención al rating de Telecanal. (...) Es muy poca gente, entonces por qué no dejamos de pescar tanto Twitter si es la red social más penca (sic) y si al final del día, está bien, la gente puede opinar lo que quiera, pero son los medios los que le dan la voz, y los medios qué hacen: toman tres notitas de Twitter y hacen una nota y dicen 'hemos trabajado toda la tarde en este artículo' (...) Dejemos de hacer eso porque pareciera que Twitter es más relevante de lo que es, y lo que de verdad importa no es solo lo que pasa en la Quinta, sino lo que piensa la gente en sus casas, y no lo que digan los huevones (sic) que son los menos en las redes sociales en Chile".

Copano también se refirió a la constante incertidumbre que se pone a los humoristas que se presentan en el festival. "Le recomiendo a todos los comediantes que no se dejen entrar en la dinámica de 'te va a ir mal' (...) sino que entrar confiando en su trabajo. Yo la verdad intenté lo más posible (...) no estar totalmente pendiente a lo que todos puedan opinar porque así como todos tienen derecho a hablar, uno también tiene derecho a elegir a quién escucha, y creo que eso es fundamental a la hora de subirse a un escenario como este, donde hay tantas voces y opinan tantas cosas de ti. Y en vez de eso elegí yo poner lo que yo pensaba y lo que yo traía en vez de llenarme de feedback y de información, y eso ayuda muchísimo a subir al escenario de la Quinta".

Respecto a la benevolencia que habría tenido el 'monstruo' con los humoristas invitados a la versión de este año, Copano fue claro: "Creo que eso de 'se va a morir el monstruo' como algo malo, ¿no debería ser algo bueno de que se acabó lo de abuchar a la gente y humillarla en televisión? ¿No sería bueno pensar que si de verdad nos gusta un espectáculo, lo escucháramos en silencio y luego criticamos, en vez de estar abucheando y humillando a una persona? ¿No nos parece bueno que se acabe el monstruo como idea y que se instaure mejor la idea de la crítica inteligente, de decir 'esto no me gustó'. Como la Chiqui (Aguayo), que se ganó todos los premios, pero aún así hay un montón de debate en torno a ella. Yo prefiero mil veces eso a que estén humillando a las personas. De repente son personas mayores que llevan años trabajando y nosotros lo transformamos en un circo porque las humillamos, nos burlamos de ellas. ¿No debería ser positivo que se acabe el monstruo?".

Ahora, con todos los premios en sus manos, el comediante analizó un debate que se ha implantado en los últimos días, y que el mismo abordó en su show: las groserías en las rutinas humorísticas. Una de las opiniones más comentadas fue la del cantante Alberto Plaza, quien dijo que "los flaites se han apoderado de Viña 2017". Copano apuntó contra el artista, pero explicó: "No es contra Alberto Plaza en particular, simplemente es un grupo de voceros de la vieja guardia que todavía quiere que no digamos otras cosas, que todavía quiere que Chile sea ese país donde todo es ordenado, donde todos vamos a un mismo lugar. Y yo soy del otro Chile. Yo no digo que es solamente Alberto Plaza, es un universo de personas que por supuesto tienen todo el derecho a hacer lo que dicen. Pero yo soy del otro lado , mi opinión es al revés, más distinta, no solo digo 'más flaite'. Más todo. (...) Jajá Calderón me encantó también, no digo que todos tengan que ir para el mismo lado. Pero me carga un poco esas cosas de 'esto es lo que sí y esto es lo que no'. Me gusta cuando la gente dice ¿sabes qué' , hay distintas cosas que uno puede comer, y uno puede elegir las que les gustan y las que no. Yo creo que esa diversidades algo positivo, no es un problema. Entonces hay que aprovecharla en vez de todo el tiempo estar intentando decir 'este es el humor correcto'".

El humorista confirmó que no usó 'muela', como se llama vulgarmente al audífono donde puede recibir apoyo en caso de olvido, y por qué optó por incluir la interacción con el público en su show. "Vine preparado, obviamente que por razones técnicas me dijeron 'pongamos una gallete, que sea un actor' y yo dije 'si no va a ser espontáneo no va a salir'. Así que me arriesgué porque pensaba si no me responde nadie, ningun médico, imposible porque cómo no iba a haber nadie, pero si no hubiese ningún médico, yo apuntaba para allá e inventaba la respuesta, podía salir surfeando (sic) por ahí. Pero de todos los chistes tenía varias salidas, varias como puertas de escape porque yo este show lo he hecho cientos de veces, entonces siempre me toca gente distinta, de repente me toca alguien del público que se enoja, que dice una cosa u otra, y yo voy tomando lo que me dice el público y lo transformo en parte de la rutina. Pero para mí que fuera espontáneo, que fuera normal y que fuera real , era obligatorio".