El impacto de las noticias falsas en Facebook es una de las grandes batallas que le está tocando llevar a la red social de Mark Zuckerberg. Algunos analistas incluso explican la explosión social de Donald Trump y su posterior victoria en las elecciones de Estados Unidos precisamente a lo fácil que es compartir y viralizar "hechos alternativos" a través de la red social más grande del mundo.

Pero encontrar una solución a esto no es nada de fácil. Facebook se ha hecho popular precisamente por la libertad de subir el contenido que se quiera, además de que los grandes tráficos que generan las noticias falsas significan mayores ganancias para el mismo sitio. Pero también es cierto que, mientras más gente use Facebook para informarse, más responsabilidades se les va a pedir al sitio.

Es por eso que el sitio lanzó, en primera instancia en Estados Unidos, su primera herramienta para combatir a las noticias falsas, el cual mezcla el trabajo de fact checkers voluntarios con recordatorios generados por la página.

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La herramienta funciona así: Facebook genera un vínculo con empresas o instituciones dedicadas a la búsqueda de datos, como Associated Press o el portal Snopes.com. Estos verificadores de contenido funcionan de manera independiente y envían alertas a Facebook cuando encuentren historias virales que contengan datos errados o simplemente falsos. Esto se verá debajo de la historia como una advertencia acompañada de un signo rojo, señalando que el contenido de la noticia está en disputa.

Además de eso, si la persona ignora este mensaje e intenta compartir la noticia, Facebook generará una segunda advertencia, en forma de un panel, que le recordará que está a punto de compartir una noticia cuyo contenido no ha sido verificada. Si aun así desea compartirla, deberá presionar un segundo botón y la noticia se compartirá, manteniendo las advertencias para todos los que quieran re compartirla.

De esta forma, Facebook deja la responsabilidad final de compartir o no las noticias al usuario final, mientras que la red queda con la conciencia tranquila con que al menos trató de entregar la mayor cantidad de datos posibles.