Everton arrancará hoy su participación en la Copa Sudamericana ante Patriotas Boyacá, un rival prácticamente desconocido, que cumplirá la primera participación de su corta historia en una competición internacional.
Mientras el equipo de Viña del Mar está próximo a cumplir 108 años de su fundación, el equipo colombiano apenas tiene 14 años de vida y logró su ascenso a Primera División en 2011. Desde entonces se ha caracterizado por ocupar la mitad de la tabla de clasificación, hasta que el año pasado dio la campanada al finalizar en la séptima posición de la acumulada y obtener su boleto a la Copa Sudamericana.
Otra de las diferencias entre ambos equipos es que el partido de ida se disputará al nivel del mar en el estadio Sausalito, en tanto la vuelta se jugará en Tunja, capital del departamento de Boyacá, situada en la cordillera oriental de los Andes, a 130 kilómetros de Bogotá y que tiene 2,822 metros de altura.
En esas montañas escarpadas, en las cuales se agotan las reservas de oxígeno, nació y se desarrolló el ciclista colombiano Nairo Quintana, quien es el principal embajador de la ciudad que sirve como sede a Patriotas Boyacá. El año pasado, tras el triunfo del Nairoman en la Vuelta a España, previo a un partido del torneo local, los jugadores del equipo de la tierrita formaron en el campo con bicicletas estáticas para homenajear al ídolo local. Un ejemplo de que en esa región el ciclismo le gana la partida al fútbol.
El club Patriotas Boyacá, que debe su nombre a las batallas determinantes para la independencia de Colombia que se libraron en este territorio, tuvo como predecesor a un equipo denominado Lanceros Boyacá, ya desaparecido, en el cual debutó como profesional el delantero Radamel Falcao, cuando tenía solo 13 años y 112 días, con lo cual se convirtió en el jugador más joven en participar en el fútbol colombiano. En total, el Tigre jugó ocho partidos y anotó un gol con el extinto cuadro boyacense.
De esas cenizas surgió Patriotas, que no cuenta con un delantero de la jerarquía de Falcao; por el contrario, es un equipo humilde que se caracteriza por el juego colectivo, el buen trato del balón y que cuenta con la ventaja de jugar a casi 3.000 metros de altura en el estadio La Independencia de Tunja.
El equipo que dirige Diego Corredor suele alternar un sistema 4-3-3 cuando juega de local, mientras que a domicilio suele refugiarse en un 4-4-2. Aunque en su plantilla no presenta nombres rimbombantes, se destacan el veterano delantero César Valoyes, con experiencia en México y Perú y que fue internacional con Colombia, el atacante mexicano Uvaldo Luna, quien suma cinco goles en el campeonato doméstico, y el central juvenil Óscar Cabezas, que proviene del Atlético Paranaense.
En Everton, en tanto, gran expectación ha generado el debut en la Sudamericana. El cuadro que dirige Vitamina Sánchez sumará su tercera participación continental, en toda su existencia. Ya registraba a su haber presencias en la Copa Libertadores de 1977 y 2009. Además, contará con Wilson Morelo, quien, para el técnico, será fundamental en la ofensiva. El colombiano lucirá su cartel de goleador de la Sudamericana 2015, cuando defendía a Independiente de Santa Fe de Colombia.