Termina el entrenamiento de Universidad Católica y Fernando Meneses se queda trotando solo en una de las canchas del complejo Raimundo Tupper. Es pasado el mediodía y mientras los titulares que actuaron ante Wanderers emprenden el regreso a sus hogares, el lontuenino trabaja tratando de encontrar su mejor forma física.
La escena no es casual. El técnico Julio César Falcioni le pidió a su preparador físico, Gustavo Otero, que Meneses esté "diez puntos", porque lo necesita como real alternativa para los próximos partidos.
Es que el Emperador perdió la paciencia luego de la caída del domingo ante los porteños, en San Carlos. "Fue el peor partido que hemos hecho. Esto no se puede repetir, ya que podemos tener caídas, pero no de esta forma, jugando tan mal", fue la reprimenda que les dio el DT a sus dirigidos después del traspié ante los caturros.
Por eso, Falcioni ya tomó algunas determinaciones. La primera fue apurar la recuperación del delantero argentino Mauro Óbolo. Las escasas ocasiones de gol que se crea el equipo de Las Condes incomoda al adiestrador. Óbolo, quien tenía un desgarro del recto anterior del cuádriceps derecho, entrena con normalidad desde la semana pasada, pero ayer, en la práctica privada, hizo trabajos con balón, lo que tranquilizó a Falcioni. Este jueves, en el debut cruzado por la Copa Sudamericana ante River Plate de Uruguay, el ariete transandino irá a la banca. "La idea es que en ese partido sume algunos minutos, para que prontamente vuelva a la titularidad", dicen en la Las Condes. El perjudicado será David Llanos, quien está actuando como centrodelantero. De igual forma, el ex Huachipato será estelar frente a los charrúas.
Cuando Falcioni asumió en la UC, dijo que no se cerraba a sólo un sistema táctico. "Buscaremos las alternativas necesarias, seguramente con una línea de cuatro, con tres o cuatro volantes, con uno, dos o tres delanteros, según las necesidades de los enfrentamientos", dijo en julio.
Y ante el mal inicio de torneo, Falcioni determinó que para los próximos partidos dejará de usar el 4-2-1-3 que ha utilizado tanto en el Apertura como en Copa Chile. Y aunque el jueves use ese sistema, ya le comunicó a su staff técnico que prontamente volverá al 4-4-2, sistema que usó regularmente en Argentina y con el que fue campeón en Banfield. En Boca Juniors usaba el 4-3-1-2 porque estaba Juan Román Riquelme, pero cuando éste se ausentaba, usaba el 4-4-2. En el último club en su país, All Boys, volvió a usar ese modelo táctico.
El cambio de sistema supondrá la salida de Darío Bottinelli. El volante, de pésimo rendimiento, ha sido respaldado por el técnico, pero este prefiere poblar el mediocampo con dos volantes de contención y dos volantes de marca por fuera. Arriba, buscará un acompañante para Óbolo.
Así, ante River, Bottinelli y compañía tendrán la última chance para convencer a Falcioni de echar pie atrás en su afán de cambiar el sistema.