El protocolo de seguridad, creado para proteger al personal de salud en contacto con un paciente de ébola, exige tener un espacio aislado para sacarse la ropa de protección y desecharla. En ese lugar, una segunda persona observa que este funcionario no se toque ninguna parte del cuerpo sin protección ni toque el material contaminado.
En el caso de la enfermera española Teresa Romero eso no ocurrió: la sala que habían adecuado era tan pequeña e incómoda que sólo cabía una persona, lo que explicaría que se tocara el rostro con el guante sucio, error que hoy la tiene internada con la letal enfermedad en el hospital Carlos III de Madrid, el mismo en el que trabajaba.
No es la única falla del sistema sanitario español. El traje de seguridad que usó el primer médico que atendió a Romero era una talla más pequeña, por lo que sus brazos quedaron descubiertos; la ambulancia que trasladó a la enfermera al hospital estuvo en funciones durante 12 horas más, en las que subieron otros siete pacientes. El mensaje que recibieron el camillero y el chofer (un servicio subcontratado) descartaba contagio con el virus, por lo que el funcionario encargado de ingresar a su departamento, lo hizo sin traje. Sólo cuando ella les dijo que podía tener ébola usaron un traje de tela. En total ya hay 14 personas aisladas en este hospital, incluido los funcionarios de la ambulancia y el médico del traje chico.
La cadena de errores ha generado fuertes críticas al sistema sanitario español. Confirmado el contagio de la enfermera, la Asamblea Regio- nal de Madrid inició una interpelación para saber qué ocurrió. Durante dos días, varias autoridades, incluido el Presidente Mariano Rajoy, han tenido que dar explicaciones. Javier Rodríguez, responsable de Sanidad de la Comunidad de Madrid, culpó a un "desgraciado error humano" de la enfermera, e insinuó que ella pudo haber mentido respecto de su estado de salud.
Dirigentes del sindicato de médicos de Madrid culparon a los recortes en salud del sistema español, mientras la ministra de Salud, Ana Mato, adelantó ante los parlamentarios que modificarán el protocolo para aumentar la protección del personal de salud.
Apenas 12 horas después de confirmado el contagio, la Comisión Europea (CE) también exigió explicaciones. El Comité de Seguridad Sanitaria del organismo adelantó su habitual reunión de los viernes y tras las fallas ocurridas en España, acordó revisar los protocolos de seguridad en los hospitales de toda Europa y prevén exigir controles médicos a las personas procedentes de países afectados por el ébola. Según Fréderic Vincent, portavoz de Salud de la CE, "cuando se aplican las medidas de seguridad, se controla el riesgo".
Tras la muerte de Thomas Eric Duncan, EE.UU. también anunció una revisión de sus guías, porque al igual que en España, el paciente en un primer momento fue devuelto a su casa, pese a que dijo haber estado en Liberia. Sólo cuando sus síntomas empeoraron fue aislado por sospecha.
Washington aprobó 700 millones de dólares más para financiar la misión militar que ayudará a combatir el ébola en Africa.
"Hemos fallado"
La reunión anual entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), ayer, en Washington, se inició con una revisión del estado de situación mundial del ébola. El presidente del BM, Jim Yong Kim, pidió acelerar y aumentar la respuesta global. En una entrevista al diario The Guardian, dijo que la comunidad internacional "fracasó por completo" en su lucha contra el virus y que con la llegada de éste a España y EE.UU. empeorará más aún. Asegura que es necesario un nuevo fondo de 20 mil millones de dólares para combatirlo. Ahora "es tarde, demasiado tarde", se lamentó.
En la misma reunión y a través de videoconferencia, los presidentes de Guinea, Liberia y Sierra Leona clamaron por el envío de más trabajadores de la salud y millones de dólares en ayuda, para detener la epidemia y evitar el hundimiento económico de las naciones africanas. A la fecha, sólo se ha conseguido un tercio de los casi mil millones de dólares que solicitó la ONU.
Ayer, la salud de Romero empeoró y debió ser conectada a un respirador mecánico.