La pianista española Alicia de Larrocha falleció esta noche en Barcelona, España, a los 86 años como consecuencia de una larga enfermedad cardiorrespiratoria, según informaron fuentes del Hospital Quirón, en el que estaba ingresada.
De Larrocha, nacida en Barcelona en mayo de 1923 y considerada como la pianista española de mayor proyección internacional, recibió numerosos premios, entre ellos dos Grammy y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1994.
Virtuosa de la música desde la más tierna infancia, de Larrocha, dio su primer concierto público a los seis años y a los once ya participó en su primer concierto oficial, con la Orquesta Sinfónica de Madrid.
Esta niña prodigio para la música fue descubierta por Frank Marshall, discípulo de Enrique Granados, que la llevó a iniciar su carrera como concertista en 1940, con escasos 17 años.
En 1947 comenzó sus giras por Europa, donde actuó en las más importantes salas de las grandes ciudades de la época, y en 1955 dio el salto a Estados Unidos para celebrar nueve conciertos en California con la orquesta de Los Ángeles.
En los años 60 llegó a programar alrededor de 120 conciertos anuales en todo el mundo, sola o acompañada de orquesta, además de realizar cada año tres giras por diferentes ciudades de Estados Unidos.
Esta vertiginosa carrera estuvo a punto de verse truncada en 1968 cuando se lesionó un dedo con la puerta de un taxi, aunque consiguió recuperarse.
Entre otros premios, de Larrocha obtuvo el título de "Mejor Artista del Mundo" (1977), la medalla de oro del Spanish Institute de Nueva York (1980), el Premio Nacional de Música (1985) y el Premio de la Fundación Guerrero (1999), además de dos Grammy: uno en 1989 a la mejor solista instrumental de música clásica por los Cuadernos de Iberia de Albéniz, y el segundo en 1994 por su interpretación en el disco "Goyescas".
En 1988 fue también nombrada académica electa de la sección de música y académica honoraria de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y en 1990 consiguió la primera medalla de honor de la recién constituida Fundación Albéniz.
Tras recibir en 1993 el Premio Ondas a la mejor solista de música clásica, un año más tarde le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, y en junio del 95 obtuvo el Laurel del Consejo Internacional de la Música (CIM) de la Unesco.
En 1995 interpretó en Madrid el famoso Concierto número dos, con motivo de la inauguración del Ciclo Beethoven de la Orquesta Sinfónica de Madrid, luego viajó a Tokio y después ofreció cuatro conciertos con la Filarmónica de Nueva York.
Alicia de Larrocha fue la única concertista española incluida en unas grabaciones con recopilaciones de los 74 mejores pianistas del siglo XX promovidas por diversas compañías discográficas.
Casada con el también pianista Juan Torra y madre de un hijo y una hija, se mantuvo activa hasta hace relativamente poco ya que emprendió una gira en 2000 por países de Sudamérica, ofreció un recital en Miami en 2001 y participó en varias actuaciones en 2002 en lugares tan emblemáticos como el Palau de la Música de Barcelona y la sala Carnegie Hall de Nueva York.