El artista austriaco Alfred Hrdlicka, cuyo trabajo controversial en metal, pintura y lápiz disgustó tanto como atrajo al público, falleció ayer, reportó la prensa local. Tenía 81 años.

La Agencia de Prensa de Austria dijo que Ernst Hilger, propietario de una galería, anunció la muerte de Hrdlicka en el diario Die Presse.

Las esculturas, dibujos y pinturas de Hrdlicka son conocidas tanto por su sutileza artística como por sus temas controversiales. Sus trabajos religiosos, en particular, originaron la protesta de creyentes que los consideraban blasfemos.

Entre sus obras más conocidas está su escultura en hierro fundido de una figura postrada cubierta por alambre de púas en el centro de Viena. El perturbador "Monumento conmemorativo contra la guerra y el fascismo" ha sido mutilado ocasionalmente desde que fue develado en 1991.

Conocido por haber sido influenciado profundamente por sus estudios de enfermos mentales durante finales de la década de 1960, Hrdlicka giró hacia un estilo de expresión figurativa que buscó provocar a sus espectadores para confrontar la angustia, el dolor y la miseria del mundo. Para él, el arte era propaganda de agitación política y entendía su vida de artista como una misión para educar al público a oponerse a la guerra y la violencia.

El artista, un ateo que adoptó las creencias comunistas, enlazó temas religiosos con tópicos considerados tabú entre los creyentes. Una de sus últimas exposiciones, "Religión, carne y poder", fue presentada el año pasado en el museo de la catedral de San Esteban en Viena. Una obra principal basada en La Ultima Cena fue retirada por órdenes del cardenal Cristoph Schoenborn después de protestas de que representaba a Jesús y sus apóstoles como homosexuales en una orgía.

Nacido en Viena el 27 de febrero de 1928, Hrdlicka fue primero aprendiz de un técnico dental antes de iniciar estudios en la Academia de Bellas Artes bajo Josef Dobrowsky y Albert Paris Guetersloh. Más tarde participó en la clase de escultura de Fritz Wotruba hasta 1957.

Justo siete años después, luego de una serie de exposiciones en Austria, fue elegido para representar a su país en la Bienal de Venecia. Fue maestro en academias de bellas artes en Stuttgart, Hamburgo y Berlín, antes de regresar a la capital austriaca y a una cátedra en la Universidad de Artes Aplicadas de Viena.