Con 44 años y producto de una neumonía fulminante, hoy se informó del fallecimiento de Keith Martin, llamado "el hombre más obeso del mundo".
Martin, quien se convirtió en celebridad tras participar en un programa de TV en el que bajó 150 kilos, vivía postrado en su cama con múltiples problemas de salud.
Según consigna The Mirror, su menú básico se componía de comida chatarra y snacks como galletas, dulces y chocolates. Sin embargo, su régimen regular contemplaba seis huevos fritos al desayuno, pizzas, kebab, comida china, Big Macs, café y gaseosas. Todo ello acumulaba cerca de 20 mil calorías diarias, casi 10 veces más de lo que requiere una persona normal.
De acuerdo a los médicos que lo trataron, su problema fue atribuido a aspectos psicológicos más que genéticos, debido a que había caído en una depresión tras la muerte de su madre en su adolescencia y como muchas personas, se volcaba a la comida para tapar ese vacío. Desde entonces, estaba desempleado y el poco dinero que conseguía lo utilizaba en comida rápida.
Martin -quien había llegado a pesar 444 kilos- hace ocho meses se había sometido a una cirugía que le ayudó a bajar 150 kilos, alcanzando un índice de masa corporal de 155, siendo de 18.5 a 24.9 el rango saludable.
De ahí en adelante quedó al cuidado de sus dos hermanas. No dejó su casa durante diez años y en su último año no pudo pararse de su cama. Según contó en una de sus entrevistas se declaró agorafóbico, es decir tenía miedo a las aglomeraciones y espacios abiertos.
Fuente: The Mirror