El Partido Comunista polaco cometió un error del cual se arrepentiría: en 1956, invitó al joven profesor de la Universidad de Varsovia, Leszek Kolakowski, a conocer Moscú. Era un viaje que reconocía el talento de la nuevas generaciones marxistas. De vuelta, Kolakowski dudaba. Pedía revisar los conceptos. Pedía democracia. Para 1968, sus críticas eran tan duras contra el sistema comunista que saldría al exilio. Diez años después lanzaba Las Principales Corrientes del Marxismo, un demoledor estudio en que aseguraba que la dictadura de Stalin no era deformación del pensamiento de Marx, sino su conclusión natural.

Icono de la oposición al comunismo, Kolakowski falleció el viernes pasado, a los 81 años, en Oxford, Inglaterra, donde vivió la mayor parte de su exilio. Su familia aseguró que la causa fue una "repentina y corta enfermedad".

Autor de más de 30 libros, que van de la filosofía a la crítica literaria, cumplió un decisivo papel político en la historia polaca reciente, apoyando al movimiento Solidaridad, que derrocó en 1989 al régimen comunista. El Parlamento de Polonia dedicó un minuto de silencio en su memoria.

Nacido en 1927 en Radom, Polonia, Kolakowski terminó sus estudios en el sistema clandestino polaco de la Varsovia tomada por el nazismo. A la llegada del socialismo se unió al Partido Comunista y pasó a ser un estudioso de la ideología.

A fines de los 60, tras su viaje a Moscú, comenzó el asedio sobre su trabajo: sus libros comenzaron a ser censurados, entre ellos ¿Qué es el Socialismo?, y fue despedido de la universidad. Luego comenzó su peregrinar por el mundo: pasó por las universidades de Yale, Berkeley y Chicago, para quedarse en Oxford.

"El marxismo es la mayor fantasía del siglo XX", escribió en Las Principales Corrientes del Marxismo, un estudio de tres tomos sobre el nacimiento, el crecimiento y la decadencia del pensamiento. En el libro final, de 1978, anotó: "Hoy el marxismo no interpreta al mundo ni lo cambia: es apenas un repertorio de slogans organizados para servir varios intereses, la mayoría completamente remotos, con los cuales se identificaba el marxismo".

Para Christopher Hitchens, el volumen es admirable: "Si existe alguna refutación escrita por un erudito marxista a este volumen, yo no la he visto", escribió.

Historiador, teólogo, autor de obras de teatro y fábulas, Kolakowski recibió en 1983 la beca Fundación McArthur, conocida como la "beca de los genios". En 2003, la Biblioteca del Congreso de EEUU le entregó el primer premio John W. Kluge, dotado de un millón de dólares y destinado a las áreas que el Nobel no premia.

Kolakowski, como a Gombrowicz, Bruno Schulz y otros polacos ilustres, no le faltaba el humor: "Un filósofo moderno que nunca se ha sorprendido a sí mismo siendo un charlatán, debe ser tan superficial que su obra probablemente no valga la pena leer".