A los 67 años falleció Patrick Ricard, presidente del emporio de bebidas y licores Pernod-Ricard -dueño del vodka Absolute, el whisky Ballantine's y del Ron Havana Club, entre otros-, luego de sufrir una falla cardíaca, mientras se encontraba en la isla de Bendor, propiedad de su familia en la Costa Azul francesa.
Posteriormente fue trasladado al hospital de Sainte-Anne de Toulon, en el sur de Francia, donde murió, según informó el propio emporio, que fue fundado en 1932 por su padre, Paul Ricard.
Ricard, quien era casado y tenía tres hijos, era amante de la caza y de la ópera, y además poseía una fortuna familiar en ascenso que alcanzaba los 3.650 millones dólares, según la publicación "Challenges", lo que le convertía en la decimotercera persona más rica de Francia.
A través de un comunicado, la agrupación francesa lamentó la pérdida de un industrial que supo "diversificarse e internacionalizar el grupo sin desviarse nunca de su visión", que pasaba por "elevar la gama de sus marcas".
Patrick Ricard dio sus primeros pasos en el grupo de licores en 1967, luego de estudiar comercio en Francia, Alemania y Estados Unidos, para convertirse en 1972 en director general, tres años antes de su fusión con su gran rival Pernaud.
El célebre industrial francés alcanzó en 1978 la presidencia del recién creado grupo, cuya facturación anual en el último ejercicio superó los 7.500 millones de euros (más de 12.300 millones de dólares) y cuya capitalización bursátil en Francia roza los 22.900 millones de euros (más de 28.200 millones de dólares).
Propietario de conocidas marcas de licores como el gin Beefeater o el tequila Viuda de Romero, también forman parte de la carta de Pernod-Ricard -que en Europa tiene un 27,7 % de su actividad, mientras que en América un 27%- los vinos españoles Campo Viejo, Siglo y Viña Alcorta, así como los argentinos Balbi o Santa Silva, entre otras muchas referencias.
Según la revista Forbes, esta "es la empresa más innovadora de Francia y la decimosexta del mundo, por delante de la firma de videojuegos japonesa Nintendo y del gigante cafetero estadounidense Starbucks".
Desde 2008, Patrick Ricard había reducido su participación en la dirección del emporio francés de licores y bebidas -segundo del mundo, luego del británico Diageo- delegándole labores a su mano derecha, Pierre Pringuet, ingeniero de minas y antiguo consejero del gabinete del ex primer ministro socialista Michel Rocard.
En los últimos años, el grupo ha aumentado a ritmos vertiginosos su crecimiento en China, con avances de facturación semestrales de más del 20 %. Dicha estrategia de internacionalización ha sido aplaudida por la Bolsa de París, donde los inversores han revalorizado los títulos de Pernod-Ricard un 65 % en los últimos tres años.
La presidenta de la patronal gala, Laurence Parisot, en su manifestación de pésame describió a Patrick Ricard como alguien "capaz de encarnar la gran tradición empresarial francesa y a la vez compartir los valores más hermosos de la modernidad".
En su país, Ricard recibió las condecoraciones de la Orden de Comandante de la Legión de Honor y Caballero de la Orden Nacional del Mérito.