El debate que debe realizar la Corte Constitucional de Colombia sobre la legalidad de un referendo que permitiría la reelección por segunda vez del Presidente Alvaro Uribe se tardaría hasta el próximo año, consideró hoy el presidente del alto tribunal.
Así, la iniciativa, que ha atravesado un espinoso camino desde que fue lanzada, tendría cada vez menos tiempo para que los colombianos la aprueben en las urnas y eventualmente permitir que el Mandatario participe en las elecciones presidenciales de mayo del 2010.
Según el presidente de la Corte Constitucional, Nilson Pinilla, en lo que resta de este año se recibirán las pruebas que el tribunal analizará para determinar si el trámite y el texto del referendo se ajustan a la ley, en medio de acusaciones de la oposición de vicios en su aprobación en el Congreso.
"Muy probablemente la aboquemos (la discusión de la ponencia) después del 12 de enero del próximo año, cuando regresemos de las vacaciones colectivas" dijo Pinilla, citado en el periódico El Tiempo.
"Si usted hace una operación de calendario con todos estos días hábiles, ya estamos a 23 de octubre, el 20 de diciembre se producen las vacaciones judiciales que son por ley, de manera que eso es inalterable, no se pueden realizar sesiones", agregó el magistrado a la radio Caracol.
Pinilla alertó por la demora en la recepción de las pruebas solicitadas por la Corte al Congreso y a otros entes involucrados en el trámite del proyecto, sin las cuales no se puede realizar la ponencia del debate.
De ser avalado por la Corte Constitucional, el gobierno convocará el referendo, que deberá lograr la aprobación de un 25 por ciento del censo electoral en las urnas, equivalente a unos siete millones de votos.
Hasta ahora Uribe, quien goza de alta popularidad y es bien visto por Wall Street, se ha abstenido de confirmar si quiere buscar su segunda reelección consecutiva, lo que mantiene estancadas las campañas de algunos aliados, que condicionan su participaciónen las elecciones a la decisión del Presidente.
El Mandatario, el principal aliado de Estados Unidos en la región, llegó a la presidencia en 2002 bajo la promesa de combatir a la guerrilla y posteriormente, en 2006 fue reelegido por cuatro años más, tras una enmienda constitucional.