"Estamos totalmente tranquilos, porque sabemos que se ha hecho lo correcto y se ha actuado de la mejor forma posible". En declaraciones efectuadas el jueves en Lisboa, en el marco de una gira a Portugal y España, el Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se mostró confiado en que la resolución que anuncie mañana la Corte Internacional de Justicia (CIJ) no le dará la razón a Nicaragua, en el litigio que ambos países mantienen por los límites marítimos en el caribeño archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. El fallo, que tiene carácter de definitivo e inapelable, es seguido con particular atención por las autoridades de Chile y Perú -pese a las diferencias entre ambos casos-, ya que podría dar señales sobre el futuro pronunciamiento que ese mismo tribunal emitirá sobre el diferendo marítimo, a dos semanas del inicio del juicio oral en La Haya.

Dos son los temas principales sobre los que se deberá pronunciar la CIJ: la posesión de siete cayos que rodean a San Andrés y la ubicación del meridiano 82°. Nicaragua demandó a Colombia ante La Haya el 6 de diciembre de 2001, aduciendo que el Tratado Esguerra-Bárcenas de 1928, que le daba a Bogotá soberanía sobre el archipiélago, era nulo y que la frontera marítima no estaba bien definida.

En 2007, el tribunal decidió que el tratado bilateral era válido y ratificó la soberanía colombiana sobre las tres islas principales (San Andrés, Providencia y Santa Catalina) pero, al mismo tiempo, se declaró competente para dirimir si el meridiano 82° continuaba siendo la frontera marítima, tras lo cual se abrió la expectativa sobre la posesión de islotes y cayos adyacentes. "Nicaragua pretende que los cayos no forman parte del archipiélago y por eso sigue reivindicándolos", dijo al diario El Colombiano el abogado Marcelo Kohen, miembro de la defensa de Colombia en La Haya.

La posición de Colombia es que la frontera se delimite entre el archipiélago y Nicaragua, y los centroamericanos dicen que "la línea se debe trazar entre la costa nicaragüense y Colombia continental, porque el archipiélago, para ellos, no cuenta", según explicó la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Angela Holguín.

En una entrevista con el diario bogotano El Tiempo, otro de los abogados de Colombia, el australiano James Crawford, quien también participará en los alegatos de la defensa de Chile contra Perú en La Haya, señala que en el fallo de 2007, la CIJ decidió que el meridiano 82° "era una línea de asignación o allocation line, y no un límite marítimo". De similar forma piensa el ex miembro de la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas, el nicaragüense Mauricio Herdocia, quien sostiene que el meridiano 82° "es historia pasada". A juicio del antiguo asesor en asuntos jurídicos de la Cancillería nicaragüense, "lo mínimo" que el país lograría serían 200 millas náuticas de su plataforma de explotación económica -"la otra Nicaragua en el mar"- y los espacios marítimos permitirían la concesión a las compañías internacionales de exploración petrolera, afirmó.

"Fallo salomónico"

A juicio del experto en Derecho Internacional, el nicaragüense Manuel Madriz, el tribunal internacional dictará un "fallo salomónico", basado "en el estricto derecho y justicia". En ese sentido, Crawford admitió que la CIJ nunca ha emitido un fallo en que una de las partes obtenga el 100% de sus pretensiones. "Lo más cerca que ha llegado es en Rumania y Ucrania, donde Rumania obtuvo el 83% del área que reclamaba", afirmó el defensor colombiano en agosto pasado. Un hecho que los equipos de Chile y Perú siguen con atención.

Consultado por La Tercera, el abogado norteamericano y miembro del equipo defensor de Colombia, Rodman Bundy, evitó pronunciarse sobre el inminente fallo. "No es mi política hacer comentarios sobre las resoluciones dictadas por el tribunal en el que estoy involucrado, ni especular sobre los posibles efectos de una sentencia en particular en un caso próximo", respondió Bundy, quien además es uno de los cerebros de la defensa de Perú ante La Haya.

En abril, los agentes de Chile y Perú viajaron a La Haya para presenciar durante dos semanas los alegatos orales del juicio entre Colombia y Nicaragua. La idea era ver cómo se desempeñaban los abogados -en especial Crawford y Bundy- y determinar la manera en que los jueces ponderaban sus argumentos. Los miembros del equipo chileno, que encabeza Alberto van Klaveren, "siguieron de cerca la presentación de los alegatos para sacar lecciones", indicó a este medio una fuente de gobierno.

Según analistas, lo que interesa especialmente a Perú es cómo la CIJ falla la divisoria de las aguas, o sea, dónde trazan la línea para el límite marítimo en el litigio entre Colombia y Nicaragua. Además, quieren ver las características del fallo, "qué dan a cada cual", lo que Lima podría mostrar como una señal positiva, de cara a las presentaciones que el equipo demandante hará los días 3 y 4 de diciembre próximos ante la corte.