Kevin Halligen, un consultor británico en seguridad, habría estafado unos US$ 500 mil de los US$ 830 mil que recibió su empresa, Oakley International, con sede en Washington, para investigar -con la ayuda de varios detectives privados- el paradero de Madeleine McCann, la niña británica que desapareció en mayo de 2007 en un resort de Portugal en la región de Algarve, cuando vacacionaba con sus padres y hermanos.
Según información dada a conocer ayer por el diario The Sunday Times, el dinero que le pagó a Halligen el Fondo para Encontrar a Madeleine no fue utilizado para buscar a la niña, sino para financiar vuelos en primera clase, hoteles de lujo y autos con chofer. El contrato con su empresa venció en octubre pasado, tras seis meses de pesquisas, y no fue renovado.
Fuentes cercanas a los McCann citadas por el diario británico relataron que el empresario se hacía pasar por agente secreto y prometió a los McCann suministrarles imágenes de satélite y listas de las llamadas telefónicas realizadas la noche que desapareció su hija, para tratar de encontrar a los autores. Lo único que aportó, dice la fuente, fue "una imagen tomada de Google Earth".
Oakley International también contrató los servicios de otros expertos, como el ex jefe de operaciones secretas de la policía británica, Henri Exton, a quien se le adeudan US$ 165 mil por el trabajo que realizó por encargo de la empresa de Halligen. Lo último que se sabe de éste es que viajó a Roma, pero no ha regresado a Washington ni a las oficinas de su compañía. También fue visto en un hotel de Bath, en Reino Unido, en el que se registró bajo un nombre falso.
OTRAS IRREGULARIDADES
El Sunday Times publica que hace dos años Halligen organizó una boda falsa con una abogada, en la que aseguró que no podía poner su verdadero nombre en los papeles de matrimonio por su condición de agente secreto. En realidad, ya estaba casado y el sacerdote que ofició la ceremonia era un actor contratado.
Además, Halligen está en la mira del FBI a raíz de una acusación del Departamento de Justicia. Según el diario británico The Guardian, Halligen estafó a un estudio jurídico londinense que le había entregado dinero para obtener la liberación de dos ejecutivos de la empresa holandesa Trafigura, arrestados en la Costa de Marfil. Con los fondos Halligen habría comprado una casa valorada en más de un millón 600 mil dólares.