Un día más de lo presupuestado estará en La Paz el subsecretario de Relaciones Exteriores, Fernando Schmidt, después de que las consultas políticas y las conversaciones de los grupos bilaterales entre Chile y Bolivia se prolongaran hasta el miércoles.

Originalmente, Schmidt y la vicecanciller boliviana, Mónica Soriano, habían convocado a una rueda de prensa el lunes, a las 19 horas. Sin embargo, la falta de acuerdo en la redacción final de la declaración obligó a postergar la difusión del documento.

"Tenemos muchísimo que avanzar, tenemos muchos elementos que se van a dar a conocer oportunamente, obviamente habrá diferencias, por supuesto, pero esas diferencias no obstan a que podamos encontrar los mecanismos para poder resolverlas a largo plazo", sostuvo ayer el subsecretario Schmidt, en la inauguración del complejo fronterizo de Chungará, al que asistió con su par boliviana, visita que también retrasó las conversaciones bilaterales.

Esta era la primera vez que debutaban los nuevos equipos negociadores de la llamada agenda de 13 puntos, donde figuran las medidas de confianza mutua, planes de integración fronteriza, el uso de recursos hídricos y el tema marítimo, entre otros. Por el lado chileno, producto del cambio de coalición política en gobierno, hubo un recambio casi completo de la delegación. En tanto, en la contraparte boliviana, era la primera vez que Soriano asumía el tema.

Según fuentes oficialistas, uno de los problemas de la declaración era la forma como se iba a redactar la mención al tema marítimo. El lunes, incluso, el Presidente boliviano, Evo Morales, señaló que el tema de la "soberanía" formaba parte de las negociaciones, pese a que el Mandatario chileno, Sebastián Piñera, ha recalcado que está dispuesto a conversar de acceso al mar, mientras no implique ceder soberanía.

Según versiones entregadas por la Cancillería a algunos parlamentarios, tampoco estaba resuelta la situación sobre el uso de aguas del río Silala. Hasta la fecha existía un preacuerdo de los grupos técnicos. No obstante, la resistencia de comunidades cercanas a la frontera, de organizaciones sociales y políticas en La Paz, influyó en que el gobierno boliviano desistiera del preacuerdo y propusiera una nueva fórmula.

Uno de los puntos donde sí se habría alcanzado acuerdo es en habilitar instalaciones en el puerto de Iquique para el libre tránsito del comercio desde Bolivia, según el criterio dispuesto en el tratado de Paz y Amistad de 1904.

El diálogo continuará hoy y se dará a conocer la declaración.