Para muchos londinenses el sueño de ser propietarios de su propia casa es sólo eso, un sueño. Aunque la capital británica se ubica hace tiempo entre las ciudades más caras de Europa para adquirir una vivienda, hoy los precios en varios barrios londinenses se han disparado, al punto de haberse duplicado en la última década. Mientras algunas autoridades alertan sobre el riesgo de una eventual burbuja inmobiliaria, otros advierten de los cambios sociales que podría sufrir Londres ante el aluvión de millonarios extranjeros deseosos de invertir en propiedades, fenómeno que estaría desplazando a la clase media.
El precio de la vivienda londinense subió una media de 8,7% durante el último año, según datos divulgados este mes por la Oficina Nacional de Estadística británica. Así, el valor promedio alcanzó los 513 mil euros. Este crecimiento impulsó al alza los precios en todo Reino Unido, que subieron 3,8% en promedio hasta agosto pasado. Según la ONG Shelter, los precios de las casas en Reino Unido se multiplicaron por 43 desde 1971: el valor promedio de una casa habría pasado de 6.500 euros hace 40 años a casi 300 mil euros en la actualidad. Pero en Londres los números parecen fuera de control. Hoy las casas de los 10 distritos más caros valen tanto como los mercados inmobiliarios de Gales, Escocia e Irlanda del Norte combinados, dijo en febrero el Financial Times.
Para Matthew Pointon, de Capital Economics, se trata de un "caso especial" dentro del país, especialmente en el centro de la ciudad, donde los millonarios extranjeros -italianos, rusos y chinos, entre otros- aseguran sus inversiones con inmuebles. Pero este aluvión de compradores ha dificultado la compra de los locales, motivando que los precios de las viviendas en Londres Central subieran cerca de un 116% desde 2005, según el Daily Mail. Un ranking de The Evening Standard situó a la calle Kensington Palace Gardens como la más cara. Ahí, el precio medio de una casa es de más de 42 millones de euros. A este fenómeno se suman los programas del gobierno de David Cameron, que permiten contratar una hipoteca con un pie del 5% del valor del inmueble, lo que ha impulsado la demanda y también los precios. Mediante el plan Help to buy, el Estado presta hasta el 20% del precio de una casa de hasta 713 mil euros. Pero el programa ha sido enérgicamente denunciado por la oposición laborista. "Si apoyas la demanda inmobiliaria sin actuar sobre la oferta, lo que ocurre es que los precios suben", dijo el responsable de cuestiones económicas del partido, Ed Balls. Hace 40 años, se construían en el país unas 300 mil casas al año, pero en 2011 el número se redujo a 146 mil. Los expertos consideran que Reino Unido debe construir 220 mil casas anuales para adecuarse a la demanda. Hoy sólo el 65,3% de las casas británicas están habitadas por sus dueños, la cifra más baja desde 1987.
Medios como el diario The Guardian han levantado una verdadera campaña alertando sobre las consecuencias sociales que este fenómeno provocaría en Londres. "A menos que los precios se tornen asequibles, Londres perderá las personas que le dan su alma", afirmó el periódico en un reciente editorial, donde advirtió que la ciudad "no puede transformarse en el hogar sólo de los ricos".