Seguramente, el personaje más odiado en Lisboa a esta hora es Béla Guttman. En 1962, tras ser despedido como entrenador de Benfica, declaró que el equipo luso no ganaría una copa europea en los siguientes cien años. "Nunca, ni en cien años, el Benfica volverá a ganar un título en Europa", dijo. Y esto dio origen a la llamada "Maldición de Béla Guttmann".
Y este miércoles, a 52 años de sus palabras, la "maldición" se mantiene. Porque en el duelo que se disputó en Turín, Italia, fue Sevilla el que se impuso a Benfica por penales, en la final de la Europa League 2013-2014.
En el tiempo reglamentario, Benfica tuvo las mejores ocasiones para abrir la cuenta, pero no pudo vulnerar la portería defendida por Beto.
Y en el alargue, Sevilla pudo anotar el gol del título a través de Carlos Bacca, pero el colombiano falló en el finiquito ante el arquero Oblak tras un gran contragolpe.
Así, se debió ir a la tanda de penales, donde el conjunto hispano fue más efectivo: 4-2 se impusieron en la ronda definitoria.
Previo a la final ante Sevilla, la "maldición" se consumó siete veces: perdió las finales de la Copa de Europa en 1963 (ante Milan), 1965 (Milan), 1968 (Manchester United), 1988 (PSV Eindhoven) y 1990 (Milan). No pudo ganar la Copa UEFA de 1983 (Anderlecht), y la temporada pasada perdió la Europa League ante Chelsea. La de hoy fue la octava. ¿Faltarán 48 años para que Benfica se consagre?