Con incredulidad reaccionaron ayer los familiares del guardia Christian Sorensen Feliú (41) ante las versiones que apuntan a que el ataque que protagonizó en contra de un joven, durante una fiesta en Las Condes, tenía una motivación antisemita.

"Queremos desmentir tajante y completamente la tesis del antisemitismo que se ha esbozado hasta ahora. La verdad es que se trata de una versión sesgada, que no puede ser más anacrónica y arcaica, por lo que sólo podemos desmentir tal suposición. No hay ni ha habido en la familia de Christian el interés por temas como ese", dijo a La Tercera un familiar que pidió reserva de su identidad.

El argumento de los cercanos al guardia y sicólogo fue compartido por dos amigos de Sorensen: el representante de la Federación Chilena de Kickboxing, Claudio Pardo, y el fisicoculturista Christian Lobarede, quienes en distintas etapas han compartido disciplinas deportivas con el guardia informal.

"Como su entrenador podría describirlo como muy perseverante en las metas que se impone. No se trata de alguien dedicado a crearle problemas a la gente", dijo Pardo, quien lo vio el viernes pasado (justo antes del altercado), cuando "vino a pedirme que lo entrenara otra vez".

Por su parte, su empleador y amigo dijo que "es un tipo de palabra, serio y que impone su presencia, pero no creo que sea capaz de hacer cosas de este tipo".

Sorensen trabajó como guardaespaldas de la modelo Adriana Barrientos el año pasado, cuando ésta denunció en la Fiscalía Oriente que estaba siendo acosada por un desconocido. Es cinturón negro, primer dan en kickboxing y medallista de bronce en los panamericanos de la especialidad. Fue a Serbia como seleccionado nacional, pero perdió el duelo contra un ruso.

La vida de Sorensen ha estado llena de contrastes: se hace llamar el "Imbatible", es psicólogo e hizo un posgrado en Filosofía en Italia. Entre 2000 y 2001 impartió la cátedra "El amor en la Filosofía", en la Universidad Diego Portales, y ocupaba parte importante de su tiempo en gimnasios y arenas de combate.

El guardia y maestro en artes marciales se encuentra detenido en el penal Santiago Uno, a la espera de que la Corte decida su situación, luego de que el sábado fuera formalizado por el homicidio frustrado del joven Alejandro Heumann (27), a quien le propinó tres puñaladas en medio de un altercado.

Según lo que Sorensen declaró a la policía, a las cuatro de la madrugada le pidieron que no dejara entrar a nadie más a la fiesta, pues ya no había espacio. Aseguró que Heuman salió a buscar a su hermana y a su ex polola, y él intentó evitar que ingresaran. Al no lograr lo que se proponía, Sorensen dijo que el joven intentó golpearlo, en medio de un forcejeo en el que Heuman cayó al piso. Insistió en que no lo apuñaló y que se retiró del lugar. Esta versión es categóricamente rechazada por la familia de la víctima y la fiscalía.

Hasta el día de su detención, el ex fisicoculturista trabajaba como jefe de un local de suplementos alimenticios en Providencia. Esta actividad la alternaba con asesorías esporádicas en Sicología y trabajando como guardaespaldas temporal.

La Comunidad Judía de Chile  sostuvo ayer que "la sola posibilidad de que la agresión responda a una motivación xenofóbica o racial deja en palmaria evidencia la importancia de contar con una ley antidiscriminación". Además, llamó a aclarar los hechos sin dar mayor crédito a la versión.