José Pedro Mayol, abogado del principal inculpado de la muerte del menor Rodrigo Anfruns en 1979, interpuso una querella contra quienes resulten responsables de haber sometido a su cliente, Patricio Pincheira, P.P.V. -en ese entonces de 16 años-, a torturas y por haber sido detenido en forma ilegal.
Mayol dijo que su defendido "fue condenado por la única prueba en su contra, una autoinculpación, después de haber estado detenido e incomunicado varios días en el cuartel de Investigaciones; una confesión en esas circunstancias da por lo menos para dudar de ella".
A su juicio Pincheira "fue hipnotizado y eso afectó su mente, lo que le ha hecho olvidar algunas cosas".
Agregó que "no hay ninguna otra prueba que lo inculpe en el caso, no hay testigos, no hay pruebas biológicas, toxicológicas, nada". La única declaración que existe de P.P.V fue por escrito, "supuestamente" redactada por él, dijo Mayol.
La familia de Pincheira asegura que ahora es el tiempo y "están dadas las condiciones para esclarecer los hechos y buscar la verdad". Mayol manifestó que su defendido está en condiciones, si así lo amerita el juez Manuel Valderrama, de declarar nuevamente en el caso.