Más de una docena de familiares de Michael Jackson tienen previsto asistir hoy a una audiencia en el caso contra el médico de la estrella del pop, a quien se le imputa ser responsable de su muerte.

El doctor Conrad Murray se ha declarado no culpable del cargo por homicidio involuntario.

En la audiencia se tratarán asuntos estrictamente procesales como la designación de un juez que presida el caso y establecer la fecha de la primera audiencia preliminar. También se verá un pedido de la junta de médicos para que se le revoque la licencia.

Allan Parachini, portavoz de las cortes en Los Angeles, dijo que además de la familia se espera un gran contingente de medios de comunicación de todas partes del mundo, por lo que la oficina de Policía se prepara para atender a una multitud.

En tanto ayer trascendió que la defensa del médico prepara un nuevo argumento donde asegura que el cantante murió por una dosis excesiva de un potente anestésico que él mismo se inyectó en la vena.

Así lo revelaron fuentes cercanas a los abogados defensores de Murray citadas por el portal TMZ, el primero entre los medios de prensa estadounidense que dio la noticia de la muerte del Rey del Pop.  

La defensa de Murray sostendrá que fue Jackson el que se inyectó una dosis de Popofol, un potente anestésico, después de que el médico se marchó minutos antes de la casa del cantante.  

En su defensa Murray dirá también que la mañana en la que el cantante murió, él mismo le suministró una dosis de 25 miligramos de Propofol, para ayudarlo a dormir y que el artista se inyectó, por sus propios medios, una dosis del fármaco mientras el médico no se encontraba en la casa.

Jackson, de 50 años, murió en junio del año pasado, semanas antes de que arrancara una ambiciosa gira de conciertos que serían su despedida de los escenarios.