"No es posible que haya policías que matan a niños que juegan en el parque a 'policías y ladrones'", se lamentó la familia de Tamir Rice, el niño negro de 12 años muerto días atrás por agentes en Cleveland porque tenía en la mano una pistola de juguete.
La madre del niño, Samaria Rice, pidió justicia y reclamó que el policía que mató a su hijo sea incriminado.
"Mi hija de 14 años fue al parque después de haberse enterado de los disparos y fue confrontada por los policías que le pusieron esposas y la metieron en la patrulla. Su hermano estaba muerto, en el piso, y ella no podía siquiera verlo", contó.
La mujer presentó una querella por omisión de socorro contra los dos policías presentes en el momento del homicidio, pero pidió además que sean considerados responsables "de lo que le hicieron a mi hijo".
El abogado de la familia es Benjamin Crump, el mismo que ayudó a los padres de Michael Brown, el joven negro de 18 años abatido por un policía en Ferguson.