Las familias de los 33 mineros atrapados en el yacimiento San José, insistirán esta jornada en la posibilidad de que un grupo de pirquineros ingresen a la mina a colaborar en las labores de rescate. Esto, luego que las autoridades les negaran el paso por considerarlo arriesgado.
Ayer, una treintena de personas protestó cerca de dos horas por esta situación, agravada por el fracaso de la sonda más avanzada, que sobrepasó los 700 metros de profundidad, pero sin dar con el refugio.
"Responsablemente como gobierno nosotros no podemos autorizar el ingreso a la mina de nadie dadas las condiciones de riesgo y de inseguridad que existen hoy día. Eso es muy complejo, muy riesgoso y en consecuencia nosotros tenemos que velar por la seguridad de todas las personas que hacen trabajos en la mina o trabajos de rescate", dijo anoche el subsecretario de Minería, Pablo Wagner.
Por su parte, el ingeniero en minas Miguel Fortt, señaló que "es una situación de crisis, aumentaríamos la crisis, de hecho, el segundo bloque fue debidamente acotado por los geomecánicos y tenemos una situación de actividad geomecánica. La mina que conocieron los mineros antes ya no es la misma, por lo tanto, yo reconozco su mérito, su intención, estamos todos haciendo lo mismo, pero no estimo de la mejor conveniencia arriesgar más personas".
Hoy el campamento amaneció en calma, pero durante esta mañana los familiares llevarán, a una reunión pactada con las autoridades y técnicos, un listado de materiales de seguridad con los que podrían ingresar los pirquineros.
Los pirquineros que han ido llegando al lugar recalcan que su objetivo no es entorpecer las labores de sondaje, pero estiman que con un trabajo más fino y cuidadoso de entrada a la mina, "si es necesario codo a codo, cavando metro a metro", piensan que llegarán al objetivo.