A 17 años del atentado que destruyó la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (AMIA) en Buenos Aires, familiares de las víctimas reclamaron justicia, criticaron al presidente boliviano Evo Morales y expresaron su indignación ante la falta de culpables del ataque, que el 18 de julio de 1994 dejó 85 muertos y 300 heridos.
Los voceros de la AMIA le pidieron a la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, que de "inmediato" se logre justicia en el caso, y cuestionaron con dureza al mandatario boliviano por recibir a un funcionario iraní acusado del ataque.
"17 años de impunidad", decía uno de los carteles que portaban familiares y amigos de las víctimas, que recordaron a los fallecidos en medio de lágrimas.
Pese a la lluvia que por primera vez cayó durante una ceremonia conmemorativa, cientos de personas se reunieron frente a la sede de la mutual israelita para condenar el ataque terrorista, acto del que también participó Fernández.
"Señora presidenta de la Nación, agradecemos su presencia pero no es suficiente. Necesitamos justicia de inmediato", exclamó el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, mientras que Sergio Burstein, miembro de la agrupación Familiares y Amigos de las víctimas del atentado, solicitó a la jefa de Estado que presente en foros internacionales una propuesta para que "ningún prófugo por delitos de lesa humanidad le asista la inmunidad diplomática".
Los representantes de la comunidad judía que pronunciaron sendos discursos en la ceremonia, criticaron la declaración emitida por Irán, en la que se mostró dispuesto a entablar "un diálogo constructivo" y a "cooperar" para "que se haga toda la luz" en el caso.
Respecto a Morales, que recibió al ministro de Defensa de Irán, Ahmad Vahidi, acusado de ser el autor intelectual del ataque, le reprochan no haber colaborado en su detención. El pasado 31 de mayo Vahidi estuvo en Bolivia en visita oficial, donde participó de un acto encabezado por Morales, a quien incluso le ofreció cooperación en materia militar.
Con un paraguas, acompañada por la mayoría de los ministros de su gabinete y junto a familiares de las personas fallecidas, Cristina Fernández escuchó los discursos y se retiró apenas finalizó el homenaje sin hacer declaraciones a la prensa.
En su discurso, el titular de la AMIA cuestionó que la falta de avances en la causa judicial por el atentado. "Ni un solo imputado nuevo, ni una sola pista nueva, ni una sola prueba nueva. Queremos que se determinen las responsabilidades que correspondan", reclamó Borger.
Por su parte, Burstein expresó que "da asco" la "hipocresía" del gobierno iraní, que durante el fin de semana se mostró dispuesto a "cooperar" con Argentina en el esclarecimiento del atentado y se solidarizó con los familiares de las víctimas. Irán "ampara, premia y celebra el terror como política de Estado", indicó. "Más que solidaridad y pésames, las familias de las personas muertas en el ataque necesitan que las autoridades iraníes entreguen a los ocho prófugos de la justicia por su presunta responsabilidad en el hecho", dijo Burstein.
En relación a la visita del ministro de Defensa iraní a Bolivia, Borger la calificó como una "provocación" y una "incoherencia", en tanto que Burstein sostuvo que más allá "de las disculpas" expresadas por Morales, el presidente boliviano "hace tiempo que coquetea" con su par iraní Mahumd Ahmadineyad, de quien afirmó que es "el nuevo Hitler".